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El encanto de la sencillez

El Festival amplía este año sus horizontes, prolongando su duración durante una semana más con los Conciertos de los Cursos Manuel de Falla. El primero de estos conciertos estuvo a cargo del Stadler Trío, una formación constituida exclusivamente por corni di bassetto. En el programa figuraron obras de Wolfgang Amadeus Mozart escritas o arregladas para pequeño conjunto de estos instrumentos.

La sonoridad del corno di bassetto, dulce y contundente al mismo tiempo, hizo de este instrumento uno de los más populares en el ámbito doméstico durante la segunda mitad del siglo XVIII. Quizás esto fue lo que atrajo a Mozart, que cuenta en su producción con un considerable número de piezas escritas o arregladas para este instrumento. El Trío Stadler diseñó un programa sumamente sugerente, en el que fueron alterando tríos y dúos para corni di bassetto con arreglos de la época de algunas de las arias más famosas de Mozart escritos para esta formación.

El concierto se abrió con cuatro de las Veinticinco piezas para tres corni di bassetto, cuatro bellas piezas que sirvieron para presentar la sonoridad envolvente de estos instrumentos y demostrar su capacidad de diálogo musical con sus semejantes. Con una escritura aparentemente sencilla pero rica en ideas motívicas, estas piezas de Mozart sorprendieron a los asistentes. Le siguieron cinco de los Doce dúos para corni. Escritos originalmente para trompas, fueron adaptados al corno di bassetto; esta práctica era habitual en la época, ya que facilitaba la difusión del repertorio. Igualmente bellos fueron estos dúos, a los que siguieron las arias 'Voi che sapete' y 'Non piu andrai, farfallone amoroso' de Le nozze di Figaro. También era práctica habitual en el siglo XVIII arreglar las arias más famosas y populares de las óperas del momento para conjunto instrumental, de modo que pudieran ser interpretadas en el ámbito doméstico. La segunda parte siguió una estructura similar de tríos, dúos y arias, esta vez de La flauta mágica.

En ambas partes se interpretaron como cierre una selección de los Seis nocturnos, piezas escritas para tres voces y acompañamiento instrumental. La versión del Coro de Cámara del Palau, con acompañamiento del Trío Stadler, nos transportó a sonoridades de otra época. Calidad y sencillez, éste fue el secreto del éxito en una velada encantadora.

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