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"He tenido más éxito que talento"

  • El actor que se ha metido en la piel de El Lute, Severo Ochoa o Antonio Alcántara confiesa que necesita un tiempo para descansar y vivir sin la presión de las temporadas de la serie 'Cuéntame'

Imanol Arias ha vivido ya tantas vidas que ahora lo que le apetece es dedicarse a la suya propia. Defendiendo a muerte en la pantalla los ideales de Severo Ochoa, El Lute o Antonio Alcántara ha hecho de ellos una suerte de Hamlets, pero a la española. Ahora su lucha es diferente. "Poco esclavo ni de ideas, ni de ideologías, ni de anexiones", el actor ha entendido que el tiempo más útil es el que dedica a los demás. Ayer visitó Granada como nueva imagen de Gaes, que lleva 15 años intentando ayudar a personas que padecen problemas auditivos. Trabajar contra la mortalidad infantil con Unicef, dice, es lo mejor de estos tres últimos años. "Este es el tiempo de vida que espero ir recuperando. Cuando uno vive un poco ausente de la realidad, te enfadas con cualquier mínima tontería. Todo esto es un suero de realidad que te hace darle importancia a estar contento, a ser buena gente y a derramar un poco de felicidad".

-Siente debilidad por Vicente Ferrer...

-Sí, debilidad y también una pequeña convicción interior de que todo lo que se haga con un personaje así es poco. Últimamente las TV movies sobre personajes conocidos o históricos se suelen hacer muy lejos del sitio real. Hay honrosísimas excepciones; me ha gustado mucho Tarancón y me gustó el 23-F como película, pero creo que luego se abusa mucho de pequeños escenarios donde suceden cosas todo hablado. Creo que Vicente Ferrer lo que merece es un viaje a la India y una experiencia de todo el equipo para poder alcanzar la esencia de este personaje que hizo de lo imposible un milagro.

-¿En qué punto está el proyecto?

-Ahora mismo está detenido. Supongo que los equipos no quieren cerrar cosas que tienen que aprobar otros.

-Pero, además de Cuéntame, tendrá otros muchos planes...

-En realidad, todo esto me pilla un poco cansado. Llevo mucho tiempo con el trabajo y quiero aprovechar para descansar un poco y vivir sin la presión de las temporadas de Cuéntame. Son diez años ya. Ahora lo vivo con tranquilidad y con el deseo de descansar yo y que descansen los espectadores también de mí.

-¿Eso quiere decir que la serie no seguirá?

-De momento no nos han dicho nada de que Cuéntame no siga. Lo que sí tengo es una participación muy pequeña con un amigo en una película muy grande sobre Bolívar que va a permitirme marcharme a América un par de semanas. Pero fundamentalmente me toca esperar mi temporada en la serie y ver qué pasa con tranquilidad.

-Ha pasado mucho tiempo, como dice. ¿Recuerda sus comienzos? Harrison Ford era carpintero... pero usted, electricista.

-Tengo entendido que Harrison Ford era un excelente carpintero y tenía buenos clientes en Hollywood... Yo nunca fui un excelente electricista en realidad. Mi vida se encaminó por ahí de una manera natural. Soy hijo de una familia obrera en una zona industrial como es la zona del País Vasco donde me crié entre Eibar y Ermua y lo mejor que le podía pasar a un muchacho de mi clase social era entrar en la Escuela de Armería. Es una de las etapas de mi vida que mejor recuerdo pero pasaba que no me gustaba.

-La aventura no fue nada fácil. Incluso llegó a estudiar Arte Dramático sin estar matriculado.

-Saqué una excelentísima calificación en el examen de acceso pero cuando me llamaron para matricularme y presenté mis papeles se dieron cuenta de que tenía un título de Oficial Industrial. Me dijeron que sintiéndolo mucho no podía ser un alumno oficial. La prueba fue tan buena que alguien me dijo: oye, de todas formas, si vienes a clase no creo que te eche nadie...

-Y su padre se lo tomó fatal...

-Entonces los actores no teníamos la fama que tenemos ahora, ni siquiera la mala fama de titiriteros y pedigüeños. Todos éramos maricones... Luego fue feliz e incluso se vanagloriaba de que no sólo su hijo mayor fuera actor sino que su hijo segundo era cámara, que eso sí que era difícil...

-¿Cómo le ha curtido el teatro?

-El teatro fue mi primer amor y el que más me influyó, aunque luego le he sido infiel durante mucho tiempo. Me pasa con él como a Richard Burton y Elisabeth Taylor. El teatro para mí es Elisabeth Taylor. De vez en cuando la abandono pero siempre espero volver.

-¿No es una labor de equilibrista constante tener que decidir con qué trabajos se queda y cuáles rechaza?

-Al principio es más sencillo porque hay unas necesidades vitales normales y lo primero que aprendes es que no puedes trabajar poco sino lo máximo posible. También aprendes que esta profesión es muy larga y si te va bien nunca sabes cuándo jubilarte. Yo ahora que no tengo tanta presión económica lo que pienso es si realmente voy a poder hacerlo bien. Pienso en mi tiempo. En mi vida.

-¿Cuál ha sido su gran acierto?

-El Lute, sin ninguna duda, por disparatado y difícil.

-¿Y su mayor equivocación?

-Pues hay varias... Hice una película, Rigor Mortis, que se estrenó nada más que un día en un cine en Santander y el productor, que era Carlos Sobera (que es un tío encantador) y yo nos repartimos los beneficios invitándonos a una comida. Tuvimos que poner dinero extra.

-Dice que hay varias...

-Lo he visto escrito muchas veces y me ha costado entenderlo pero creo que tuve tan buena relación con el público que a pesar de no tener un número enorme de películas sí hice muchas películas iguales, con éxito y no bien hechas. Quizás de lo que más me arrepiento es de no haber tenido un palo más que me hubiera hecho esforzarme más. Yo he tenido más éxito que talento. Ahora, sin embargo, te digo que soy buenísimo y he aprendido, ahora soy de lo mejor... Pero en general, sí: he tenido más éxito que talento.

-Dice Almodóvar que fue quien le dio el primer papel pero no fue exactamente así ¿no?

-Creo que Pedro se refiere a la primera película que rodé en España, porque Demonios en el jardín fue después. Al que sí le dio el primer papel, que yo le presenté y le hablé de él, junto a Cecilia Roth, fue a Antonio Banderas.

-Ahora que los dos son con 'La piel que habito' firmes candidatos a llevarse el Goya. ¿Me dice su película favorita?

-De todas en los Goya La piel que habito es la que más me gusta y creo que el premio a la interpretación podría ser para Antonio.

-¿Qué le hace falta al cine español para remontar?

-Creo que hacemos buen cine y tenemos una enorme posición internacional. Si jugáramos la Champions iríamos a la semifinal como la tercera cinematografía de Europa, pero creo que es necesario que el influjo del capital privado entre para que haya más presencia del público y dinamice un poco la industria.

-¿Se beneficiará el cine de operaciones como el cierre de Megaupload?

-El cine no se beneficia, se beneficia la gente que invierte en el cine, los que lo distribuyen, pero me parece bien siempre y cuando se demuestre que lo que se cierra es un negocio no regular y con mucho lucro y sin ningún respeto a ninguna de las normas de la propiedad intelectual. Yo creo que es sólo un hecho de un complejo problema que sería redefinir los contenidos y el negocio en internet. Deberíamos hacerlo más barato y con más facilidades para el cumplimiento de las mínimas normas de derechos no sólo de los autores sino de los productores, los periodistas, los escritores... de todo el mundo que tiene algún contenido de propiedad intelectual.

-Ahora que España no se caracteriza especialmente por ser un país de buenas noticias. ¿Cuál es la mejor que usted ha recibido últimamente?

-Que el otro día en un programa de televisión de hora y media conseguí 400.000 días de vida para niños mal alimentados. Es una de las cosas que ocupan mi tiempo. Hay más de 200 millones de niños a los que si no se les alimenta en sus primeros mil días no pueden llegar ni a los cinco años. Nosotros que somos capaces de echarnos a la calle intransigentemente contra el aborto, contra la muerte, somos indiferentes ante la muerte de un niño que acaba de nacer. Yo pido la misma intransigencia ante la mortalidad infantil, antes y después de estar en el feto.

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