MagoMigue. Ilusionista

"Ante algo extraordinario, casi siempre sonreímos"

  • El creador del Hocus Pocus propone hasta este domingo día 26 un intenso programa que se reparte por los barrios de la ciudad

MagoMigue, director del Hocus Pocus, el festival de magia que celebra estos días su XVI edición.

MagoMigue, director del Hocus Pocus, el festival de magia que celebra estos días su XVI edición. / G. h.

-Por el uso que hace del humor en sus espectáculos, es casi tan buen humorista como mago. Esta edición está dedicada a la relación de la magia con el cine y al recientemente desaparecido cómico Jerry Lewis. ¿Le ha marcado en su faceta profesional? ¿Puede verse algo de él en sus números de ilusionismo?

-Cuando nos asombramos ante algo extraordinario, casi siempre, sonreímos… Y, como precisamente el asombro es parte de la naturaleza del ilusionismo, se suele asociar al "buen humor", pero un mago no es un humorista necesariamente. De niño, Jerry Lewis fue uno de los cómicos que más me divirtió y como soy un poco extravagante a veces en escena, lo debo a su influencia sin duda.

-¿El humor y la magia tienen que ir de la mano o es sólo una feliz coincidencia?

-Como en todas las artes escénicas, podemos crear diferentes sensaciones y emociones con la magia. Aunque sin duda, el humor, es una de las herramientas más usadas por la mayoría de ilusionistas por aquello del asombro.

-En la presentación de esta edición, destacó el regreso de espectáculos callejeros y gratuitos. Además, colaboran con Aldeas Infantiles. ¿Es también casi obligatorio que los festivales tengan un componente social?

-Hocus Pocus Festival siempre ha sido solidario, desde la primera edición en 2002… Aldeas Infantiles SOS es un proyecto, como otros tantos, más que necesario. Nuestra relación es un pequeñísimo aporte a su proyecto social. Celebramos el "Día mundial de los derechos de la infancia" de su mano, en una gala el 21 noviembre en el Parque de las Ciencias. También este año rescatamos nuestro viejo proyecto de llevar la magia a muchos más rincones de la ciudad. Queda mucho por hacer pero queremos demostrar que el ilusionismo es una herramienta además de cultural, educadora y, a veces, provocadora.

-¿Por qué ha querido empezar en los barrios?

-Siempre ha sido vocación de este proyecto llegar a cuantas más personas y comunidades mejor. Es otra manera de sensibilizar a la sociedad, de hacer ver que el arte es necesario para nuestra vida tanto como comer, hacer deporte y curarse. El arte se ocupa de cuidar el alma. Trabaja la belleza, tan necesaria en este mundo cargado de fealdad a partes iguales. Y me gusta pensar que abre puertas a las personas que pueden disfrutar de la experiencia de la magia en vivo. Además, no todo el mundo puede pagar una entrada para un espectáculo… También es algo que tenemos que cuidar y fomentar, aunque para eso, obviamente, se necesitan recursos humanos y económicos. En eso estamos.

-Ha afirmado que es mágico que el Festival cumpla un año más. ¿Ya ha pasado lo peor para los espectáculos de artes escénicas o la crisis no termina?

-Los artistas estamos continuamente en crisis. La cultura es algo necesario, no un lujo. Y es síntoma de una sociedad sana. Creo que en nuestro país se ha avanzado mucho, pero hay que apoyar aún más. El problema es que la mayoría de las veces no se pueden cuantificar los beneficios en dinero y en resultados económicos, que es lo que buscan exclusivamente algunos gestores. La gestión de la felicidad (de la que es parte fundamental la cultura artística) no es una industria, es una manera de vivir. Nosotros realizamos este proyecto con parte de dinero público y parte privado, pero para poder crecer hay que apostar más. Al menos lo seguimos haciendo y nada mal, por cierto, con los recursos de los que disponemos. Disculpen la inmodestia, pero si fuese modesto, sería perfecto.

-¿Qué etapas ha vivido el Festival a lo largo de XVI ediciones?

-Varias, obviamente. La emoción de ver que un sueño es posible, intentar hacerlo crecer; crecer, para luego decrecer, levantarte, superar ciertos momentos complicados en los que crees que nadie te entiende, creer que está consolidado, ver la realidad, disfrutar de tanta gente maravillosa, sufrir por las ideas que jamás verán la luz, sentir, en definitiva, el paso del tiempo.

-¿Cómo ha evolucionado?

-Bien, pero ahora creo que necesita otra revisión. Ya nos hemos acostumbrado a lo que tenemos -que parece que siempre estuvo y no fue así-. Creo que necesitamos hacer un ejercicio para renovar algunas cosas.

-¿Cuáles son las principales novedades?

-Las novedades son poder rescatar ideas que estuvieron en los comienzos y por la crisis económica tuvimos que dejar de hacer, como la magia gratuita en barrios. Todo lo gratuito cuesta mucho dinero.

-Hay un apartado de conferencias para profesionales, ¿qué papel juegan ahora en la magia las nuevas tecnologías?

-Las jornadas profesionales las hemos llevado a cabo todos estos años pues siempre he creído que la formación es el pilar de todo. Y ya que invitamos a artistas internacionales y maravillosos, tener la oportunidad de aprender de sus ideas y talento no tiene precio. Los magos siempre hemos coqueteado con las últimas tecnologías del momento para darle una vuelta de tuerca a alguna ilusión o crear alguna nueva.

-¿Ha visto o utilizado en algún número, por ejemplo, la realidad virtual?

-Personalmente no, pero sí conozco a colegas que juegan con realidad virtual. Mi amigo el suizo Marco Tempest es un claro ejemplo. Puede buscarse por internet.

-Ya ha realizado seis giras por China. ¿Adapta sus espectáculos o la magia es internacional? ¿Ha tenido que aprender a hablar chino?

-En general, las personas sentimos de la misma manera y , aunque algunos códigos son distintos, las emociones a las que se llegan son las mismas, son internacionales. Siempre que trabajo en otro país procuro añadir algún detalle que conecte directamente con su cultura. Por ejemplo, me aprendo alguna expresión que haga el cómico más famoso del momento allí y la suelto... ¡Se parten! Es como si un chino dijese aquí: "¡Te da cuen… fistro!" (homenaje de paso al gran Chiquito de la Calzada)… No he aprendido chino, aunque alguna expresión va quedando en mi memoria. No lo haré tan mal cuando ya me han contratado para otra gira más el vernos próximo..

-¿Tiene algo pendiente para cuando finalice el Hocus Pocus? ¿Algún espectáculo en nevera?

-Pues sí, varios. Quiero terminar un par de libros que tengo en cantera. También crear mi nuevo espectáculo, con el que estoy aún en las primeras ideas. Y, además, girar el que hice hace unos meses Magia de Bolsillo, que pronto empezará a girar por teatros andaluces -si los programadores quieren-.

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