José María Pérez Zúñiga. escritor

"Nuestra generación se ha educado con el cine norteamericano"

  • El novelista granadino presenta en la Feria del Libro su nueva obra 'Cine Aliatar', que narra la historia de un granadino enamorado del séptimo arte en los años 80

El escritor José María Pérez Zúñiga es Doctor en Derecho por la UGR.

El escritor José María Pérez Zúñiga es Doctor en Derecho por la UGR. / g. h.

José María Pérez Zúñiga, granadino nacido en Madrid, y Doctor en Derecho por la UGR, presentó ayer su flamante nueva obra Cine Aliatar en la Feria del libro. La novela narra la historia reciente de España -se centra en los años 80-, mediante la mirada de César, un granadino enamorado del cine y cómo no, también a través de la histórica plaza del séptimo arte, el cine Aliatar de Granada.

-¿Qué es para usted y para esta novela el cine Aliatar?

-Este cine tiene una historia curiosa, pues antes de cine el solar fue una fábrica de bombas. Me pareció algo simbólico en relación a la historia de España. Para mí es un espacio sentimental, y esta novela puede leerse como una crónica sentimental de los años 80 del siglo XX. La evolución del cine y del propio Cine Aliatar, como espacio físico, casi un templo, con sus aperturas y cierres temporales y definitivo a la postre, es el hilo conductor de la novela.

-¿Qué relación le une con películas como Blade Runner, Nueve semanas y media o Terminator?

-Nuestra generación se ha educado con el cine norteamericano, fundamentalmente. Y en el cine de los ochenta, a los directores, como David Lynch, James Cameron, Stanley Kubrick, Francis Ford Coppola, Steven Spielberg, Alan Parker, Adrian Lyne, Brian De Palma, Oliver Stone, Ridley y Tony Scott o Robert Zemeckis, les preocupa sobre todo los efectos estéticos de la mirada, lo que vemos y no vemos, lo que se oculta tras la llamada realidad. Películas como Blade Runner, Terciopelo Azul, Aliens, Nueve semanas y media, Terminator o Wall Street crearon una nueva mitología.

-¿Por qué eligió el cine como protagonista?

-El cine lo ha inundado todo en nuestra vida, hasta el punto de que hay personas que no saben distinguir lo que han vivido en una película y en la realidad. El cine tiene ese poder. Y el cine Aliatar es en esta novela una máquina del tiempo que nos sirve para viajar por nuestra historia y tratar de explicar la realidad.

-En la contraportada del libro dice que la generación de los 80 fue felizmente amnésica. ¿Hubiera preferido que fuera más consciente e infeliz?

-Pues quizá sí, aunque cuando hablo de una generación "felizmente amnésica" me refiero precisamente a que no éramos conscientes del precio de esa felicidad. Fuimos una generación educada en el olvido, y se nos hablaba más de La guerra de las galaxias que de la guerra civil. La España democrática se ha construido sobre una historia de fantasmas.

-De Granada a Madrid, pasando por Rusia, la Alemania nazi y el imaginario hollywoodiense de los 80. Vaya viaje.

-Sí. César hace un viaje por los hechos que marcaron la vida de su familia y de la familia de Lucía desde la guerra civil. Un viaje que nos llevará desde Granada y Madrid a la orilla del río Volchov, en Rusia, siguiendo los pasos de la División Azul, o al campo de concentración de Mauthausen, en la Alemania nazi, donde murieron cientos de combatientes republicanos.

-¿Cree que el cine de hoy tiene la misma capacidad 'tatuadora' que en la España de los 80?

-Claro. Cada uno tiene su propia educación sentimental, aunque creo que, al cine de hoy, con excepciones, le falta profundidad. La prueba es la cantidad de remakes que se hacen, como si a los creadores se les hubiesen agotado las ideas. Ahí tienes los casos de Blade Runner precisamente o Wall Street, que tiene un papel fundamental en Cine Aliatar; o la interminable saga de La guerra de las galaxias.

-¿Cree que esa generación eligió ser un poco 'yanki' para olvidar los desastres propios?

-No, creo que simplemente se debió a una invasión cultural. Pero también hay mucho cine español en Cine Aliatar, desde Escuadrilla, la película con la que se inauguró el cine, a Volver a empezar, de José Luis Garci. Y hay una referencia clara a otra película emblemática de los años 80, Cinema Paradiso, de Giuseppe Tornatore, que planea por toda la novela.

-¿Blade Runner o Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

-Pues aunque Cine Aliatar se abre con una cita de la novela de Philip K. Dick, creo que es uno de los pocos casos en los que prefiero la película a la novela en que se inspira. La película de Ridley Scott creo que tiene más fuerza, una lectura más profunda y es más poética. En Sueñan los androides con ovejas eléctricas hay algunas ideas que quedan sólo esbozadas.

-Harrison Ford aparece en la novela con tanta recurrencia como si fuera casi un personaje más.

-Más que Harrison Ford, es Rick Deckard, el personaje que encarna en Blade Runner, quien se convierte en un alter ego del narrador. La duda que nos queda al final en Blade Runner es si no será Deckard también un replicante, por tanto, con un tiempo de vida limitado a cuatro años. Y eso es lo que piensa a menudo César sobre su historia de amor y su propia vida.

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