Martirio. artista

"Los de mi generación hemos tenido que reeducarnos en el amor"

  • Martirio ofrece esta tarde una conferencia sobre la educación sentimental de la copla durante el franquismo

  • Será en el Palacio de los Condes de Gabia a las 20 horas.

La artista ganó el pasado año el Premio Nacional de las Músicas Actuales por su personalidad transgresora.

La artista ganó el pasado año el Premio Nacional de las Músicas Actuales por su personalidad transgresora. / g. h.

Quien cantara La bien pagá dándole la vuelta a los papeles de los protagonistas haciendo un ejercicio de empoderamiento femenino, recala en Granada para participar en el ciclo de conferencias de Memoria Histórica organizado por la Diputación. Esta tarde a las 20:00 horas, Martirio ofrecerá en el Palacio de los Condes de Gabia una reflexión sobre el calado casi inconsciente de la música popular en nuestra materia gris, en este caso la copla.

-El tema de su conferencia es La mujer y la copla en la educación sentimental.

-Abordo sobre todo las connotaciones que yo creo que han quedado en la educación sentimental de una o dos generaciones y que tienen que ver con el tipo de sociedad y con la época. En la dictadura se escribía y se captaba de una manera que debido a la moral imperante y al tipo de sociedad era de un cariz muy poco libertario para la mujer. Es una época de la que hay que reeducarse.

-¿En qué sentido?

-En el sentimental, por ejemplo no tener que esperar tener un hombre que te salve, tú puedes buscarte la vida independientemente. O sea, fuera el masoquismo, fuera el pensar que si no tienes novio y no te has casado no tienes futuro o hacer del hombre el héroe de tu vida y subvalorar mucho el papel de la mujer.

-El mensaje de esas coplas es la indefensión de la mujer y la visión de la salvación en la figura masculina.

-Eso por un lado, pero también conlleva otras muchas cosas, por ejemplo el masoquismo que también viene de ahí, el "yo aguanto lo que sea con tal de no quedarme sola". Tiene mucho que ver con la independencia económica y de los sentimientos, con el valorar a la mujer por sí sola y por su poderío sin tener por qué estar supeditada a un hombre, como sucedía en la sociedad en la dictadura.

-¿Existe la copla feminista?

-Hay alguna que yo cito en la conferencia, aparte de Compuesta y sin novio, que la cantaba Miguel de Molina y luego otras muchas mujeres, pero hay una que llama Se dice, de lo primero de Concha Piquer, que tiene una letra bastante libre.

-Y eso que Concha Piquer era el baluarte de la copla en la dictadura.

-Creo que ella en su personalidad era una mujer bastante valiente y bastante libre. Fue la primera que se fue a Nueva York, aprendió inglés, aprendió a conducir y montó espectáculos con un montón de artistas multidisciplinares. Quiero decir, dentro de lo que cabe no creo que estuviera cerca del régimen, simplemente no se peleaba con él.

-¿De dónde nace su interés por este tema?

-Soy una apasionada de la copla, pero eso no quita que haya un serie de coplas determinadas que hablan de una forma muy especial y a lo mejor estás cantando y no te das cuenta de lo que estás diciendo. Me centro en analizar estas letras que tiene la gente grabada en el disco duro y que indefectiblemente conforman también una manera de comportarse con respecto a las relaciones.

-¿Cuáles serían esas coplas?

-Son trozos. En la conferencia voy analizando cómo era la sociedad en ese momento y también la copla. Quién la escribía y quién la cantaba y luego hago un apartado sentimental de diversas coplas y pongo ejemplos cantados. Es por ejemplo conceptos como 'la otra', 'la querida', 'las mujeres de la vida', 'el masoquismo', 'los celos' o 'la pasión'. a partir de ahí voy poniendo ejemplos cantados de algunos trocitos y le voy dando a cada apartado una estrofa que creo que le viene bien.

-¿Es una crítica a la copla?

-No. Esta conferencia no es nada beligerante, también hay cosas muy simpáticas, es un repaso para conocer cosas, donde reflexionar. Porque la gente se sabe las coplas 'de pe a pa'. Todo eso va junto en el mismo puchero. Me refiero a esa época porque ha influido en varias generaciones que luego hemos tenido que reeducarnos en cuanto al amor. Yo soy una enamorada de la copla, no es una crítica, pongo sobre el tapete cosas que han influido y que pertenecían a una época con una moral imperante destinada a someter.

-De hecho esos mensajes siguen estando, desde la música pasando por el cine. Sobre todo en el reggaetón, después de tantos años de lucha feminista sigue siendo la música más escuchada.

-Existe un mensaje bastante machista en las canciones. Y eso configura una idea del romanticismo muy desvalorizadora para la mujer. A mí me aterroriza esa falta de intimidad, que la gente joven esté persiguiendo los Whassap y que las chicas se crean que si su novio está pendiente de todo lo que hace es porque la quiere. Es una vuelta atrás total.

-¿Ha sido un retroceso o que ese machismo se ha mantenido?

-Creo que se ha dado una vuelta atrás. Ahora mismo la sociedad es mucho más conservadora que hace veinte años.

-¿Cuál es su copla favorita?

-La que más conoce la gente que yo haya cantado es La bien pagá, y la que más veces he cantado ha sido Ojos verdes.

-'La bien pagá' sí es muy machista y 'Ojos verdes' en cambio no.

-La bien pagá no es machista porque yo le doy la vuelta. Imagínate que la canta una mujer, desde que la canto yo, la bien pagá es quien le canta al querido, al que paga. "Si yo soy la bien pagá porque mis besos cobré y a ti yo a ti me supe dar un puñao de parné", entonces al darle la vuelta, lo haces también a 50 años de costumbre.

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