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Los genios de la risa eterna

  • Keaton, Chaplin o los Hermanos Marx vuelven a verse las caras en una exposición de carteles

Chaplin jugueteando con la bola del mundo. Keaton viéndoselas en un tren con un cañón. Un torpe jardinero, víctima de una gracieta... Entre estas tres escenas de la historia del cine y las piruetas del perro de The Artist hay muchos años de diferencia. Sin embargo, Michel Hazanavicius en el mundo entero y el Festival Retroback en Granada demuestran que los gags del cine cómico, aquella época en la que el gesto era la virtud, siguen estando de moda. Ayer arrancó el festival del blanco y negro con un homenaje a las películas de la risa eterna. Desde El regador regado, la primera comedia del cine rodada por Louis Lumière en 1895, y que hoy seguro podría encabezar la lista de los vídeos más populares en Youtube, a El Gran Dictador de Chaplin o El maquinista de la General de Keaton.

Un total de cuarenta carteles recuerdan en la sala Zaida de Caja Rural las películas que revolucionaron el cine desde que no existía la palabra hasta que la palabra llegó como un "virus letal". Un paseo por la exposición El cine cómico en carteles supone redescubrir a los genios que lo hicieron posible: Buster Keaton -protagonista junto a Marlon Brando de esta edición-, Chaplin y Louis de Funès -que ya lo fueron-, y Harold Lloyd, Laurel y Hardi, Max Linder, Harry Langdon, los Hermanos Marx, Cantinflas, Jacques Tati, Jerry Lewis, Blake Edwards, Woody Allen, Rowan Atkinson... -que lo serán-.

La selección no ha sido fácil. Emilio Egea, el director del Retroback, contó en la presentación que los carteles provienen del Museo del Cine de Madrid, donde hay más de 22.000. Los que se pueden ver ahora en Granada fueron diseñados por las distribuidoras españolas en el momento del estreno en el país y nunca antes habían sido expuestos. Entre ellos están los de El circo, El mundo de la risa, Candilejas,Tiempos modernos o El Chico, de Chaplin; Una noche en Casablanca o Los Hermanos Marx en el Oeste, de Groucho, Harpo y Chico; El Guateque y La Pantera Rosa, de Peter Sellers; o Toma el dinero y corre y Sueños de un seductor de Woody Allen.

Algunos de ellos fueron creados por el padre de la cartelería española, Jano. "Casi todos sus autores trabajaban la ilustración relacionada con el mundo de los tebeos y el cómic. El drama recurría más al hiperrealismo", subrayó ayer Egea. Mucho más coloridos y mucho más gestuales en su origen, luego fueron evolucionando y cambiando "la ilustración por la fotografía". Es notable ese cambio en los carteles que anunciaban, por ejemplo, la película de Bud Abbott y Lou Costello ¡Agárrame ese fantasma! (1941) o Un Quijote sin mancha (1969), de Cantinflas, comparándolas con la inolvidable imagen del banco de Manhattan (1979), de Allen.

"Ahora que veo que la Primera dedica un ciclo al cine clásico demostramos que no íbamos mal encaminados", dijo ayer el alcalde en la presentación. "Somos pioneros" en recuperarlo. Para Torres Hurtado "estos carteles son en sí mismos una belleza y ejemplo del ingenio" del cine de antes.

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