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"Soy un gran admirador del amor, esté o no esté. Sin amor todo es nada"

  • Seducido por las "grandes canciones" de autores que han marcado su vida, el músico se viste de 'crooner' para traer esta noche a Granada su 'Luna que se quiebra'

Javier Corcobado aprendió desde los 17 años que la poesía era una parte más que esencial de una buena canción. Escribía, creaba una música y cantaba. Tres pasos que han hecho hoy de él uno de los músicos más respetados de este país y un más que buen considerado poeta que empieza a tener equilibrados en su balanza el número de libros y discos. Luna que se quiebra, un verso tomado de la canción Noche de ronda de Agustín Lara, da título al nuevo proyecto de Corcobado, que llega esta noche con aires de crooner al Teatro de CajaGranada Isidoro Máiquez acompañado de su "poco numerosa pero gran orquesta".

-Canciones de Agustín Lara y Manuel Alejandro compartiendo espacio con temas de Fred Astaire o Serge Gainsbourg... ¿Cuál es la esencia que hay detrás de todo esto de Luna que se quiebra que esta noche trae a Granada?

-El concierto va a ser un pequeño apunte de lo que va a contener el nuevo disco, que es de versiones de canciones que yo considero grandes; de grandes intérpretes y de grandes autores. No es la presentación oficial del disco, pero daremos una muestra de lo que va a ser y para ello juntaremos algunas de esas versiones. Además, haré un repaso por canciones de todas mis épocas, desde Agrio beso, mi primer disco en solitario, hasta A nadie, que es el último de momento.

-Suena un poco a época de tránsito, a dejar una etapa para empezar otra...

-Nos estamos lanzando al territorio crooner cada vez más, de cantante melódico, romántico que cuenta historias con su micrófono y canta. Tendemos mucho a eso con mi orquesta, con Fino Oyonarte al bajo, Susana Cáncer al piano, Jesús Alonso a la batería y Juan Pérez Marina a la guitarra, que es mi poco numerosa pero gran orquesta. Estamos cada vez más cercanos al rollo crooner pero recuperando viejas canciones y la distorsión, que también va a estar presente para quienes me siguen desde hace años y me piden ese tipo de excesos y distorsiones. En el concierto habrá de todo para complacer al público de Granada, ya que en la gira de A nadie no nos tocó pasar por ahí.

-De hecho, en su última visita a Granada dentro del ciclo La Música Contada ya nos habló de algunas de esas canciones ajenas que tanto le gustan...

-Es verdad, y fue una experiencia muy grata. Al principio me asustaba eso de tener que hablar encima del escenario de mi vida musical como si fuese un programa de radio y luego cantar un par de canciones, se me hacía un poco duro; pero luego me gustó mucho hacerlo y algunas de esas canciones que interpreté forman parte del Luna que se quiebra.

-En una parada de esta gira compartió escenario con Sr. Chinarro. ¿Tiene pensado repetir experiencia con alguien más o se queda a solas con su orquesta?

-Aquel concierto fue un poco por casualidad. Coincidió que pedían un doble cartel y Sr. Chinarro es un chaval que está cercano, que aplica la poesía a las canciones y pensamos que podría salir algo bueno de allí. Fue bonito porque al final Antonio Luque se subió conmigo y cantó una de mis canciones, ¿Por qué estoy tan triste?, y el tipo parece que se lo pasó bastante bien.

-Y mañana más, participa en el ciclo Maneras de decir junto a Chantal Maillard para hablar de música y poesía. ¿Qué pasa que cada vez es más estrecha la distancia que separa a músicos y poetas?

-Yo no sabía escribir letras de canciones, y a los 17 años que yo recuerde empecé a escribir poesía de manera muy intensa; me iban surgiendo solas y las pasaba al papel. Luego seguí musicalizando esos poemas y no cambiaba nada. La poesía ha de estar en la letra de las canciones, en los poemas propiamente dichos y también debe estar en la música aunque no tenga palabras. La poesía debería estar en todo y formar parte de todos nuestros organismos. Si hubiera más poesía en el mundo iría todo mucho mejor.

-¿Y qué determina que unos versos se deban escuchar junto a una melodía y que haya otros que estén mejor en silencio?

-Componer una letra de una canción requiere más tiempo, y también adaptarla a unas melodías y unos ritmos, es más laborioso. Pero hay que tener en cuenta la esencia de lo que se quiere decir y no olvidarlo nunca y trabajar sobre eso para adaptarlo a las canciones. Es un trabajo que es muy bonito porque es una comunión perfecta entre la palabra y la música, que es lo que más trabajo nos puede dar a los compositores de las canciones: que exista esa perfecta comunión entre música, palabra y que no se pierda la esencia de lo que se quiere decir. Y lo más difícil, que la gente lo pueda comprender y ser claros, no ser crípticos.

-¿El amor es el tema más universal y que se 'deja' más para escribir sobre él?

-En mi caso sí, considero que los temas principales de la poesía son primero el amor y luego la muerte y la vida. Alrededor de todo eso yo escribo canciones... Mi tema principal es el amor, siempre, sin amor todo es nada, y yo soy un gran admirador del amor, esté o no esté.

-¿Y si ya que se pone con Agustín Lara deja caer esta noche una versión de Granada?

-Estaría bien, pero esa canción es muy grande y el público de Granada me podría abuchear.

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