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"Esta juventud es tan tierna y tan débil como ha sido siempre"

  • El Premio Nacional de Literatura Juvenil presenta en el Palacio de Carlos V 'El palacio de los cuatro tesoros', donde recrea los misterios en torno a la Alhambra

Derribando tópicos. Conduce y responde a una entrevista por el manos libres. Y es un hombre. Antonio Rodríguez Almodóvar inauguró ayer de forma oficiosa la Feria del Libro con la presentación en el Carlos V de El palacio de los cuatro tesoros, un libro para jóvenes que recrea los misterios y leyendas -nada que ver con Iker Jiménez- del recinto nazarí.

-En 'El bosque de los sueños' recuperó cuentos hispánicos de tradición oral. ¿En este libro sobre las leyendas de la Alhambra también hay estas raíces o son más indefinibles?

-Es diferente porque el Bosque de los sueños se remite a la tradición indoeuropea. Las leyendas de El palacio de los cuatro tesoros son de raíces moriscas en general. Pero es curioso que estas dos corrientes se cruzan en el Mediterráneo. Actualmente estoy ya trabajando con versiones de cuentos andaluces, entre comillas, que también se encuentran en Marruecos. Tiene mucho interés por el intercambio de cuentos de las dos corrientes.

-La Feria del Libro de esta edición está dedicada a las relaciones entre prensa y literatura. ¿Descorazona ver lo previsible de las opiniones de muchos columnistas?

-Yo creo que una columna es el soneto del periodismo. Intento crear una columna literaria aunque es inevitable que escribir en un periódico en estos tiempos tenga sus componentes sociales y políticos. Pero intento tocar estos temas lo menos posible. Yo siempre procuro tener cierta ambición de posteridad, lo que en el mundo del periodismo no deja de ser una paradoja. Me gusta hacer las cosas con vocación literaria, incluso en los artículos de opinión.

-Muchos de sus compañeros de barricadas en los sesenta y setenta escriben ahora sesudos estudios, novelas o ensayo. ¿El escribir para los jóvenes es una toma de posición cívica para no regresar a aquellos tiempos?

-Sí, es una forma distinta pero es un compromiso para educar a la gente joven en el sentido de la Ilustración, de la sabiduría, de la buena literatura. Para que no todo sea la cochambre cotidiana.

-Un libro, de mayor, puede cambiar algo en el lector. A un joven, un libro puede casi marcarle una vida. ¿Prima en sus trabajos el componente ético?

-Sí, me lo planteo continuamente. He sido profesor de instituto durante muchos años y es un compromiso.

-¿Y qué se le pasa por la cabeza cuando alguien de mediana edad despotrica contra la juventud tildándolos de borrachos y fornicadores?

-Yo creo que hay mucho tópico. Esta juventud es tan tierna y tan débil como ha sido siempre. Ahora tienen una apariencia más estentórea pero siguen siendo almas delicadas. Lo único que pretendo es acercarme a su punto de vista, algo que no se hace en demasiadas ocasiones.

-Ana María Matute, en 'El saltamontes verdes', consiguió un libro infantil pero desgarrador. ¿El camino es no tratar como imbécil al lector?

-Claro. Los cuentos tradicionales no son nada contemporizadores. Tienen mucha carga emotiva que preparan para la vida. Estoy en contra de la cultura algodonosa que viene de los Estados Unidos. Con la ética de lo políticamente correcto, un cuento popular terminaría en la primera frase.

-Por cierto que ha sido usted vetado en Estados Unidos.

-Sí, es curioso. En una red de bibliotecas de Nueva York pusieron una circular diciendo que los cuentos de Almodóvar, los míos, no del cineasta, eran impropios porque decían cosas como "el oro del que cagó el moro". Agárrese. Me tildaron casi de xenófobo, de racista. Pero mis cuentos se venden muy bien entre la población hispana de Estados Unidos.

-La Alhambra sigue siendo un territorio inagotable para las artes…

-Claro, la Alhambra es un tesoro literario que sigue siendo un territorio magnífico para el escritor con sus leyendas de tesoros, de encantamientos, de fantasmas… Me sorprende que esto no haya sido explotado más porque me parece la mejor manera de acercar la Alhambra a los niños.

-¿Le han pesado sus años en la política en estos últimos cuatro años de crispación?

-No, de ninguna manera. Al final de la anterior legislatura llegó una reivindicación de la derecha muy fuerte que creo que se está superando. A ver si ahora dejan tranquilos a la gente de izquierdas.

-Pero sí se alegrará de haberse quitado la etiqueta de político ahora que es para muchos casi sinónimo de especulador.

-No es para tanto. Hay políticos decentes, pero no salen en los periódicos porque no son noticia. Es así de claro.

-José Calvo Poyato hablaba el otro día del intercambio de ayuntamientos entre PA y PSOE en el 79 que le privó a usted de ser alcalde de Sevilla pese a haber ganado las elecciones.

-Ya vimos en su día que fue un error y se ha comprobado.

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