Una lectura visual y táctil que deja fluir la imaginación aventurera de los niños: son los libros desplegables, con lengüetas, en acordeón, giratorios y a modo de tunel. Cerca de medio centenar de ejemplares de los autores más significativos del movimiento 'pop-up' integran una exposición con la que se conmemora el Día del Libro Infantil y Juvenil, Libros pop-up. Vida en movimiento.

Andalucía celebró ayer la festividad propuesta por la Organización Internacional del Libro Juvenil, que reúne a más de 60 países, con una programación especial de actividades y encuentros. Granada arrancó la jornada con la inauguración de una muestra que traza un recorrido a través de la historia y las técnicas que se han empleado desde el siglo XIX a la actualidad en los libros desplegables. La Biblioteca de Andalucía acoge la exposición a la que asistió ayer un grupo de escolares para sumergirse en la fantasía de un libro donde los textos se esconden bajo las maravillas de las ilustraciones. Montan castillos, representan a modo de tiovivo cuentos como el de La bella durmiente o introducen en el arte contemporáneo con propuestas como la de David A. Carter, que juega con los nuevos conceptos artistiticos a través de Kandinsky o Marinetti.

En la inauguración de Libros pop-up. Vida en movimiento estuvieron presentes Rafaela Valenzuela, directora general del Libro y Patrimonio Bibliográfico y Documental de la Consejería de Cultura y el delegado provincial Pedro Benzal que, además de presentar los actos conmemorativos de la celebración del Día Internacional, destacaron el aumento del nivel de lectura de en el último año: una una subida de un 15 por ciento, lo que supone un índice de lectura de 6 libros por niño al año.

Para completar la exposición el programa contó con un encuentro entre autor e ilustrador de la mano de María Carmen Guzmán y Estrella Fages para explicar el proceso creativo y el lenguaje narrativo y gráfico que da la existencia de los libros.

La exposición itinerante de libros 'pop-up', que se podrá visitar hasta el 30 de abril, distribuye los 47 ejemplares que componen la muestra en tres apartados. El primero de ellos se dedica a los autores, con una representación de los grandes maestros de la historia del libro móvil junto a ediciones originales de sus obras; un recorrido a través de las técnicas utilizadas como los harnequinales, en los que se levantan solapas para ver dibujos escondidos o los libros circulares que simulan una historia en 360 grados; y en el tercer y último apartado se presentan los cuentos clásicos como el de Caperucita Roja, el primer libro movible de 1850, y El gato con botas. Además la exposición incluye dos estructuras gigantes para que el público pueda leer a gran estala.