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Los mediatos encuentros en un imposible paisaje

La posición artística a la que ha llegado Jesús Zurita está, probablemente, por encima, más si cabe, de lo que está el conjunto de la plástica que tiene su centro de actuación en la capital granadina. Tal planteamiento puede ser constatado en toda su magnitud en esta exposición en la que es su galería desde un principio. El artista, inmerso todavía en una aplastante juventud, ha llegado con su obra a un alto grado de madurez artística. Por sus obras ya nos discurren los efluvios aquellos que nos inducían a pensar en un proyecto de artista grande. Ahora todo está bastante claro, aquí ya no hay un buen pintor con absoluta proyección; hay una realidad incuestionable; un artista total, un pintor con mayúsculas, que además realiza una obra diferente y tremendamente personal.

La exposición que organiza Emilio Almagro nos conduce por un Zurita que ha llegado a completar los esquemas de aquel particular paisaje interno donde se suscribía una amalgama de referencias. Por sus cuadros deambulan escenas evocadas, imágenes que se nos hacen mediatas o inmediatas, que nos evocan incluso estamentos cercanos o presentidos. Escenarios absurdos donde se yuxtaponen los más contradictorios elementos. Rupturas de composición que se ven compensadas con toda clase de sutiles referencias. Pinceladas espesas, de fuerte pigmentación, que comparten escena con etéreas florecillas de evanescentes colores. Imágenes imposibles que nos retrotraen a una figuración también imposible donde la realidad ha perdido su circunstancia concreta.

En la obra de Jesús Zurita nos encontramos perfectamente definidos los máximos recursos representativos pero tras los que se adivinan las marcas imprecisas de un paisaje que se evade, a su vez del propio objeto representado, para alcanzar un nuevo estado donde se posicionan nuevos e inquietantes principios de identidad. Y todo bajo la pulcra manifestación de una pintura escueta, perfectamente concebida, mejor estructurada y sobriamente distribuida desde una trascendente economía de medios materiales.

La obra de Jesús Zurita se ha establecido en los estamentos de una sabiduría que hoy es difícil encontrar, quizás por los burdos métodos que hoy se manifiestan en una pintura a la que muchos quieren acercarse y muy pocos saben llegar.

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