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La moralidad en el cine de animación

  • Cintas como 'Lorax' abordan sin pudor el cine didáctico para niños

Aunque el cine de animación se ha abierto a la doble lectura y al público adulto con Southpark o Shrek, todavía se estrenan cintas como Lorax que abordan sin pudor, como en los viejos tiempos, el cine didáctico que instaura valores más o menos discutibles en el pequeño público.

En Monstruos S.A., Pixar reflexionaba sobre lo poco impresionable que se había vuelto el público infantil y las nuevas vías para sorprenderles, pero a veces las fórmulas más añejas, las que no esconden ni ironías y transmiten con transparencia un modelo de comportamiento, han seguido teniendo éxito.

Lorax, que llega el día 30 de marzo a los cines españoles, ha seguido el éxito de Buscando a Nemo y se ha apoyado en la literatura del Dr. Seuss en su apuesta por el ecologismo, el mismo que Disney exploró en uno de sus primeros títulos al impresionar a generaciones por la violenta muerte de Bambi y que retomó con ese "ciclo de la vida" del que hablaba El rey león.

Respetar la naturaleza ha sido un mensaje clásico en el cine de animación -también en 101 Dálmatas, Madagascar, El libro de la selva, Los rescatadores en Cangurolandia o Bee Movie- solo superado por la búsqueda del amor.

¿Cuántas jóvenes no se enamoraron de ranas pensando que se convertirían en príncipes? Un grupo de Facebook resume la problemática traslación de los cuentos a la realidad: "La culpa de todo la tiene Walt Disney, que nos hizo creer en el Príncipe Azul".

Originalmente, fue La bella durmiente la que acuñó el término a ritmo de Tchaicovsky y finalmente fue él quien despertó a Aurora del sueño con un beso de amor, pero han sido muchos los príncipes salvadores de las desvalidas heroínas femeninas, como Blancanieves o Cenicienta.

La culpa, a veces, era de esos cuentos originales en los que se basaban las películas, pero en La sirenita, por ejemplo, sus creadores se negaron a respetar esa poética fatalista de la protagonista (que acababa convertida en espuma de mar) y lo cambiaron con total impunidad por una boda por todo lo alto entre Ariel y Erik a bordo de un barco. Esta visión machista fue insistentemente denunciada por los círculos feministas, que consiguieron heroínas más resueltas como la Jasmine de Aladdín, la Esmeralda de El jorobado de Notre Dame, Rapunzel de Enredados, la Jane de Tarzán, la leona Nala de El rey león o las nuevas Blancanieves que llegan de tres en tres este año.

El mensaje de "la belleza está en el interior" de La bella y la bestia también ha sido imagen de marca, extensible a las grandes orejas del pobre Dumbo, a la aleta pequeña de Nemo o a El Jorobado de Notre Dame. Aladdín aseguraba que se puede creer en Un mundo ideal, mientras que Peter Pan tenía una balada dedicada a las madres, por mucho que los niños perdidos vivieran en la anarquía del país de Nunca Jamás.

La dama y el vagabundo era una fábula sobre la integración social en pos del amor -recuperada también en Aladdín-, las relaciones interraciales se impulsaban desde Pocahontas, Los rescatadores denunciaba la explotación infantil o El príncipe de Egipto mostraba la fuerza del pueblo unido. Pero el cine de animación se ha mostrado muy punitivo con la desobediencia: en Fantasía, Mickey Mouse se veía envuelto en una verdadera pesadilla orquestada con música clásica por intentar usar la magia para no trabajar y Pinocho, además de ver su nariz crecer cada vez que mentía, acabó en el vientre de una ballena por no hacer caso a Pepito Grillo, que encarnaba en sí mismo a la conciencia. Además de los románticos frustrados y los rebeldes, un colectivo muy afectado por los patrones familiares difundidos por las películas de animación es el de las madrastras: Blancanieves o Cenicienta veían cómo sus padres se casaban como mujeres que nada tenían que envidiar a esas perversas madres retratadas por Alfred Hitchcock. Finalmente, las asociaciones de homosexuales protestaron por la "pluma" de algunos villanos Disney, especialmente tras el Scar de El rey león, que para más "inri" fue acusado de tener tendencias filonazis.

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