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"Las mujeres árabes siempre han tenido derechos, aunque no visibles"

  • La escritora saudí Raja Alem debatió junto al crítico Jonathan Levi sobre la literatura y la sociedad

"En mi casa, mi madre era la que tenía el poder. Ella era analfabeta, pero representaba la sabiduría del hogar. Las mujeres árabes siempre han tenido derechos, aunque éstos no hayan sido del todo visibles". Pese a la contundencia de sus palabras, Raja Alem rehúsa hablar como "voz de la literatura árabe". Lo hace como ella misma, como una escritora de éxito nacida en Arabia Saudí traducida a varios idiomas, sistemática analizadora de los elementos de la naturaleza y "enamorada de la vida y la muerte".

Alem retomó ayer en el marco del Mapfre Hay Festival Alhambra la conversación que "tenía pendiente desde hace 18 meses" con el crítico y escritor Jonathan Levi. La literatura, el lenguaje y el papel de la mujer de Oriente en el mundo tomaron el protagonismo en una charla distendida entre dos amigos a los que les une, entre otras muchas cosas, su "fascinación" por un país como España. "Es un lugar mágico para perderse, tiene un gran espíritu que todos podemos percibir. Ver entornos como el Patio de los Leones en la Alhambra te llena necesariamente de emociones", coincidieron ambos en destacar.

Autora de obras como Fatma, Jatim o Mis mil y una noches, la escritora saudí es consciente de la suerte que tiene por vivir en una "época de cambio" en la que la política, la literatura y el arte están más unidas que nunca, pero en la que los objetivos también se diluyen con gran facilidad. "La humanidad está peleando entre sí y ya no somos conscientes de dónde hay que buscar la libertad. Si supiéramos lo que queremos realmente todo sería más fácil. Cada persona puede contribuir al cambio con las pequeñas cosas que tiene a su alcance, y será la suma de todos estos pequeños logros lo que contribuya al cambio de la humanidad", afirmó Alem.

Jonathan Levi es un gran conocedor de Arabia Saudí, autor del libro Una guía para perplejos -parte del cual se desarrolla en Granada- y un rendido admirador de la obra de Raja Alem, en cuya escritura descubre la importancia del amor y la muerte como temas a tener muy en cuenta y donde, incluso, se pueden llegar a vislumbrar las "vidas anteriores" de la escritora. "Todo está relacionado con la transformación permanente de la realidad. Yo vengo de una cultura que cree en el agua como generadora de vida y contenedora de la memoria. El agua hace que la vida surja de nuevo; es una historia interminable y refuerza la creencia en la vida y en la belleza. Yo trato de canalizar mi energía hacia un objetivo, que es la escritura. Creo en las palabras y creo que con ellas se puede llegar a cambiar algo", explicó la autora.

Por la obra de Raja Alem transitan la vida y la muerte como dos conceptos indisolubles que forman parte de un todo y que se constituyen como un "sentimiento" por el que se puede mover "en libertad". Precisamente, esa libertad es la que le permite hoy hablar abiertamente de todos los temas y participar de la "celebración de la sexualidad femenina": "La generación de mi abuela y mi madre tenía miedo del cuerpo, algo que hoy ha dejado de ser un tabú" .

La obra de Alem ha dado la vuelta con éxito a todo el mundo, algo que se debe a su "forma cruzada de escribir" y que atiende a influencias de muy distintos orígenes pero que parten siempre del ser humano: "Escribo sobre las personas y no hay nada que me prevenga de hacerlo. La gente, si lo desea, puede entender lo que escribo porque no es más que el reflejo de mis propios prejuicios y mis temores, y que pueden estar compartidos por muchos de mis lectores".

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