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El mundo de las favelas, en 'Nossa historia de amor'

  • La brasileña Lúcia Murat recurre al mito de Romeo y Julieta para realizar un musical que mezcla hip-hop con ballet en uno de los barrios más marginales y peligrosos de Río de Janeiro

"En las favelas no sólo hay malos o víctimas: también hay gente que tiene problemas y espíritu para solucionarlos". La cineasta Lúcia Murat quiso mostrar otra realidad de las favelas de Río de Janeiro (Brasil) y apeló al mito de Romeo y Julieta para construir Maré: Nossa historia de amor ('Maré: Otra historia de amor'), un musical protagonizado por Cristina Lago, Vinicius D'Black y Marisa Orth que ayer se presentó en el Festival Internacional Cines del Sur. La cinta, que transcurre en el barrio de favelas de Maré, pese a su trágico final, siempre tiende a mostrar una imagen positiva, según explicó la directora.

Maré: Nossa historia de amor narra las relaciones entre Analídia y Jonathan, dos jóvenes que residen en el barrio, que está dividido por dos bandas de traficantes de drogas enfrentados entre sí a muerte. Analídia es prima del líder de una de las bandas mientras Jonathan es amigo de la infancia del líder de la otra. El único lugar de encuentro posible entre los dos jóvenes es un grupo de danza que se interpone entre ambas bandas. Conforme la violencia se va recrudeciendo, Analídia y Jonathan se ven cada vez más expuestos.

"Esta película entronca con la tradición de los musicales", explicó ayer Lúcia Murat, "que yo he trasladado al mundo de las favelas, aunque con otro ritmo y en otro tiempo. Siempre quise hacer un musical. De joven quise ser bailarina. Después me llegó una vida muy diferente con la dictadura y estuve en prisión. Eso hizo que mi cine fuese siempre más político y social. Un día vi a un grupo de jóvenes en una favela y pensé: ¿Por qué no hacer una película en una favela, en un barrio marginal de Brasil. Así fue como surgió la idea."

El proceso de creación de la película fue largo y costoso. Murat buscaba, ante todo, bailarines. "Hicimos pruebas a unos 500. De esas pruebas seleccionamos a 200. Tras eso, comenzamos a trabajar en el guión de la película y después nos pasamos seis meses haciendo ensayos y viendo quién podría hacer cada papel".

Así fue cómo la directora se topó con Vinicius D'Black, ahora un cantante de gran éxito en Brasil con un disco en los puestos más altos de la lista. "Yo quería salir del mundo en que vivía y cuando me enteré que se estaba preparando la película, me presenté a la selección", dijo ayer el actor y cantante. "Cuando me seleccionaron como bailarín, preguntaron si alguno de los bailarines también sabía cantar. Yo levanté la mano". De cantante pop D'Black pasó a ser un nuevo Romeo.

Lúcia Murat tenía muy claro que quería hacer una película muy brasileña, "y Brasil es un país lleno de mezclas", dijo. "Queríamos hacer una película con muchas mezclas, mezclas de razas, mezclas de músicas. En la película hay hip-hop pero también ballet clásico". Otra de las ideas era mostrar la realidad de Brasil. "Aunque la película sea una fantasía, trata de contar todo lo auténtico. Aquí se muestra a la gente de las favelas de otra manera. Queríamos que hubiese otra imagen de los jóvenes".

Ayer también se estrenó la película Summer book, del director turco Seyfi Teoman.

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