El musical más caro de la historia de Broadway, y probablemente también el más polémico y accidentado, el basado en el cómic de Spider-Man, llegó ayer finalmente de manera oficial a la meca del teatro neoyorquino tras diez años de espera, pero todavía incompleto.

"Nos quedan algunas cosas por hacer. Yo diría que nos falta el diez por ciento. Creo que en las próximas semanas o meses habrá otros cambios", reconoció el líder del grupo U2, Bono, que ha compuesto junto a su compañero The Edge la música de esta producción que ha costado 70 millones de dólares.

Los problemas de financiación, técnicos y de reparto, los accidentes sufridos por sus protagonistas, la dureza de la crítica y la expulsión de su directora son algunos de los baches.