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"Ser músico es contar historias sinceras con tu instrumento"

  • El trompetista de Nueva Orleans vuelve con su fuerza arrolladora para presentar esta noche su nuevo trabajo titulado 'Into the Blue' en el Teatro Isabel la Católica

El trompetista Nicholas Payton no ha podido tener mejor cuna para dedicarse a esto del jazz: Nueva Orleans. Y allí fue donde comenzó desfilando con una banda por las calles hasta llegar a ganarse el derecho de liderar su propia formación. Considerado como uno de "los jóvenes leones", tuvo una formación clásica que le ha conferido un elegante estilo. Hoy será el que se encargue de llenar de notas el patio de butacas del Teatro Isabel la Católicacon su nuevo trabajo Into the Blue.

-En su último disco dice que ha tratado de evitar tanto los sonidos más agudos como los más graves de la trompeta en función de tocar con más dulzura y más colorido. ¿Va a veces el excesivo virtuosismo en contra de la propia expresión musical?

-No, qué va. Creo que hay diferentes ocasiones para tocar de diferentes formas. En este disco en particular me he concentrado en tocar así. Pero eso no quiere decir que no puedas expresarte muy agudo, o a mucho volumen, hay veces que la misma música lo solicita así. De hecho, otros discos míos son así. Para mí es importante tocar de todas las formas posibles. En esta ocasión me quise concentrar en un estilo melódico, muy dulce, música realmente bella. En Into the blue no quería tocar con demasiada energía ni 'en tu cara', sino que quise buscar la fuerza a través de la sutileza.

-En 'Into the blue' toca dos temas compuestos por su padre, uno de dedicado a su madre y otro a usted mismo y su hermano ¿Cómo se sintió al interpretarlos?

-Son recuerdos de mi niñez, mi padre es uno de los primeros trompetistas que he escuchado en mi vida. Así que fue algo muy melancólico. Obviamente, el hecho de que las escribiera mi padre crea una conexión muy especial.

-El Katrina afectó terriblemente a New Orleans. ¿Afectó también en el plano musical?

-Ay, mira, ese tema me jode bastante ya. No quiero hablar más del Katrina. Tenemos que mirar hacia el futuro.

-Cuando decían de usted que era el nuevo Louis Armstrong qué pensaba?

-Bueno, ya sabe, Louis Armstrong es uno de los más grandes trompetistas de la historia, así que saber que a uno le comparen con él siempre es un halago.

-¿Con qué se quedaría de Wynton Marsalis y de Miles Davies?

-Su música habla por ellos. No hay nada que yo pueda añadir.

-¿Está interesado por la música flamenca? ¿Conoce algo de ella?

-Adoro todos los estilos musicales. Simplemente me conmueve todo lo que sea bonito, emocionante, verdadero. Sea lo que sea. Quiero escuchar todo aquello que salga del corazón, no me importa de dónde venga el músico o cuál sea su instrumento. Para mí ser un buen músico es saber contar historias sinceras con tu instrumento. En fin, mis discos están repletos de elementos de blues y de rock. He hecho cosas muy diferentes a lo largo de toda mi carrera.

-¿Por qué prefirió grabar 'Into the blue' en New Orleans en lugar de en Nueva York?

-Bueno, es mi casa. Nunca he grabado un disco en Nueva Orleans, y el sentimiento que quería captar era uno cálido, confortable y bonito. Por eso pensé que lo mejor para mí era hacerlo en casa.

-Dice usted que este disco es el más personal ¿en qué sentido?

-Creo que al tiempo que uno se va haciendo mayor y sabe más de la vida, y el lugar que a cada uno le toca, te vas volviendo más intimista. Con el paso del tiempo soy cada vez más capaz de encauzar mi perspectiva, mis sentimientos. Este disco captura ese ideal. Cada vez me acerco más a encontrar una manera de expresar varias ideas a la vez. Después de tantas experiencias soy capaz de hacer una melodía funk, o rap, o swing. Ahora puedo enfocar todos los ejercicios, las cosas que me encantan sin dar saltos estilísticos.

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