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Un ópera sensorial

ópera sensorial

Programa: Siempre/Todavía, ópera sin voces de Alfredo Aracil sobre textos e imágenes de Alberto Corazón. Intérprete: Juan Carlos Garvayo (piano). Realización multimedia: Simón Escudero. Lugar y fecha: Centro Federico García Lorca, 21 de junio de 2016. Aforo: Lleno

El Centro Federico García Lorca acogió la noche del martes el estreno en el Festival de Granada de la ópera sin voces Siempre/Todavía, una obra escrita por el músico Alfredo Aracil sobre reflexiones de Alberto Corazón. Como único intérprete en escena figuró el pianista Juan Carlos Garvayo, responsable de convertir en estímulos sonoros los textos e imágenes que se iban proyectando en la pantalla.

Siempre que se habla de música contemporánea se escuchan voces reaccionarias que se quejan del distanciamiento entre la dialéctica actual y el público y de la ausencia de emociones en favor de la conceptualización. Pero, como en casi todo, las generalizaciones y los prejuicios deben de evitarse, pues a menudo esos prejuicios pueden impedir al oyente disfrutar de obras maestras de la música actual, como es el caso de la ópera Siempre/Todavía de Alfredo Aracil, una partitura en absoluto vacía de emociones que conecta de forma directa con el espectador.

Se puede decir que Siempre/Todavía es una ópera sensorial para leer y escuchar, pues en ella no hay cantante, sino tan sólo un piano que transmuta en sonido las reflexiones que sobre el origen de la escritura, del color o de la medida de nuestro mundo se van proyectando en la pantalla a modo de aforismos hermosamente decorados con imágenes dinámicas. Así pues, el espectador se sumerge en una experiencia para los sentidos casi sinestésica, pues lo que ve y lo que oye son una misma realidad artística.

Para escribir esta obra, Alfredo Aracil tomó como punto de partida un cuaderno de anotaciones y dibujos de Alberto Corazón realizado en Damasco, cuna de la cultura occidental y origen mismo de la palabra escrita. Así, en esta mirada sugerente y sugestiva al pasado de nuestra cultura, compositor y artista plástico aúnan sus esfuerzos para evocar por medio de una partitura llena de impresiones y juegos reflexivos los fragmentos de pensamiento escrito que se van proyectando en la pantalla. El binomio semántico Siempre/Todavía hace referencia a ese arco temporal que une aquello que para nosotros siempre ha existido, incluso antes de nuestra existencia corpórea, con la herencia cultural que todavía pervive de una civilización del pasado ya desaparecida. De este modo, el oyente se convierte en testigo actual de una realidad atemporal por medio del doble estímulo visual y sonoro.

En lo interpretativo, Juan Carlos Garvayo realizó una magnífica traducción de la partitura de Aracil al piano, quien declara en las notas al programa haber escogido sólo el piano para esta ópera sin palabras por su amplias posibilidades expresivas y su enorme tradición. De este modo, con un trazo refinado en la composición, se articula una obra compuesta de números cortos, que coinciden con las evoluciones del montaje visual de textos e imágenes. En una textura diversa y técnicamente compleja, el compositor explora magistralmente diferentes regiones sonoras, desde el puntillismo musical a la yuxtaposición de sonidos por adición, del ostinato a la evolución de motivos semánticamente escogidos en relación al texto.

En definitiva, Siempre/Todavía supone una reinvención del concepto operístico muy sensorial pese a la ausencia de texto cantado, una fusión maravillosa de sonido e imagen con una carga onírica enormemente sugerente que no deja indiferente al oyente/espectador.

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