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Más de 5.000 personas pasarán por el Primer Salón Manga de Granada

  • Los cómics japoneses atraen a adolescentes que se disfrazan de sus personajes favoritos y adquieren en el Palacio de Congresos libros, películas en DVD, videojuegos, camisetas y toda clase de recuerdos

El manga, ese fenómeno en el mundo de los cómics que ha revolucionado el género por completo, llegó ayer a Granada y se apoderó del Palacio de Congresos. Más de 2.000 jóvenes, la mayoría de ellos adolescentes disfrazados de toda guisa, se acercaron durante todo el día de ayer para comprar cómics, videojuegos, camisetas, pósters, figuras en miniatura, libros y DVD de manga y anime, además de participar en juegos de rol o diferentes talleres con los que pasar el día. La locura friki se adueñó de la ciudad.

Los organizadores del I Salón Manga de Granada calculan que, entre ayer y hoy, pasarán por el Palacio de Congresos unas 5.000 personas. Eso demuestra el enorme tirón que tienen los dibujos animados japoneses y los cómics de ese país entre los adolescentes de hoy. Muchos aprovecharon la cita para acudir al Palacio de Congresos disfrazados de vampiros, princesas, héroes y heroínas de las series mangas.

"Lo importante es que la gente se divierta, que nunca esté parada, que haya actividades todo el tiempo", explicaba ayer Ángela Mota, responsable de prensa del salón, que ha sido organizado por las empresas Crossover, Jointo Entertaiment y ADAM. La intención de este salón es difundir en Granada la moderna cultura japonesa, que se está haciendo con cada vez más adeptos en todo el mundo.

Una de las palabras que más sonaba ayer por el Palacio de Congresos era otaku, el término japonés para definir a alguien que es fanático incondicional de algo: hay otakus de cómics manga y películas anime, otakus de las computadoras, otakus de los videojuegos. Llevan su pasión al extremo y la viven con total intensidad, sin preocuparse demasiado por lo que piensen de ellos. Otaku es un término similar al de friki (del inglés freak: monstruo, raro, fanático). Y ayer podían verse muchos otakus y frikis paseándose por el Salón del Manga.

Lo cierto es que la feria ha tenido una enorme atracción entre los jóvenes de la ciudad. La mayoría de los presentes rondaba los 16 años, aunque no faltaban fans rondando la treintena. Había público para todos los gustos.

El salón sirvió también para presentar y poner a la venta la película de anime Evangelion 1.0, que tendrá su salida oficial la semana que viene. El filme ya fue exhibido la semana pasada durante el festival AnimeCon, dedicado, precisamente, a proyectar películas de anime.

El salón cuenta con una veintena de casetas destinadas a comercializar cómics, videojuegos y películas y otras quince no comerciales, dedicadas a realizar talleres de dibujo, de disfraces o de maquillaje. Tampoco faltan los karaokes, que se han extendido como un tsunami entre los adolescentes.

Por el Palacio de Congresos desfilaban jóvenes disfrazados como Joker, de la película Batman o como personajes de La guerra de las galaxias. El salón es una excusa perfecta para disfrazarse de lo que uno quiera y dar rienda suelta a la personalidad que desee. Se trata, sobre todo, de divertirse y pasar un buen rato. "Hay una gran variedad de propuestas, para que todo el mundo pueda elegir", señalaba Ángela Mota.

Una de las propuestas más interesantes fue el concierto sinfónico que tuvo lugar por la tarde y en el que una orquesta interpretó temas de La guerra de las galaxias, Aladdin, El señor de los anillos, Piratas del Caribe, La princesa Mononoke, Doraemon o Mi vecino Totoro.

El salón sirvió también para la celebración del concurso cosplay (del inglés costume play: juego de disfraces), que consiste en disfrazarse lo más parecido posible de uno de los personajes de los dibujos manga o películas anime. El concurso hará una selección de participantes en Granada que pasarán a una gran final en Bilbao. Posteriormente, el ganador pasará a la final internacional que se celebrará en Brasil. Y es que el fenómeno manga no sólo ha prendido en España como la pólvora, sino en todo el mundo. Los miles de jóvenes que pasan por el Palacio de Congresos lo atestiguan.

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