Mourid Barghouti ha visto cara a cara el sufrimiento de su pueblo. Ha sentido en su piel el fuego del exilio y ha comprobado cómo el tiempo termina devorándolo todo, hasta el propio pasado. En su libro He visto Ramala narraba el desgarro que produce regresar a la ciudad de la infancia tras un largo exilio y comprobar que nada de ese pasado existe ya. El escritor y poeta palestino participó ayer en un encuentro con el arabista con Luis Miguel Pérez Cañada, de la Escuela de Traductores de Toledo. Para Bargouti, la paz sólo llegará a Palestina en cuanto Israel abandone los territorios ocupados.

-¿Qué le ha parecido la idea de que un encuentro entre escritores europeos y árabes se celebre en una ciudad como Granada?

-Me parece una gran idea. La elección del sitio ha sido perfecta. Granada siempre fue el ejemplo de una filosofía multicultural, de una sociedad multicultural. El festival ha acertado con la elección de esta ciudad, que es un ejemplo de tolerancia y de gran arte, de arquitectura, de poesía, de historia.

-Usted retrató en 'He visto Ramala' su desgarro personal a regresar a Ramala. ¿Cómo fue ese desgarro?

-Bueno, el libro trata precisamente de eso. Para mí fue como intentar unir dos nubes intentando coserlas con un hilo. Quería unir mi pasado y mi presente para, a partir de ahí, seguir la continuación de mi vida. Pero fue imposible. Ya nada de lo que me unía al pasado estaba allí. No había absolutamente nada. Descubrí que intentar regresar al pasado es imposible.

-Usted es muy crítico con la postura de Europa respecto a Palestina ¿por qué?

-Por su política. Europa no ha hecho nada de lo que era necesario para llevar la paz a Palestina. Intenta fabricar una solución que sabe que nunca será aceptada. Y lleva años haciendo eso sabiendo que no funcionará. Europa y Estados Unidos sólo aparecen si se interrumpe el proceso de paz. Pero no les importa si continúa la sangre. Y ese proceso de paz es sólo un teatro cómico. O algo peor, es algo ridículo.

-Muchos intelectuales de izquierda israelís dicen que Europa tampoco les ayuda para evitar que triunfen las posturas conservadoras...

-No hay intelectuales de izquierdas ni de derechas en Israel. Los intelectuales, los escritores, todos, salen a apoyar al Ejército israelí. Sólo hay muy pocas excepciones que apoyen la paz. La mayoría respalda al Ejército.

-¿Cuál sería, a su juicio, el primer paso que debería darse para llegar verdaderamente a la paz?

-El fin de la ocupación. Es una ocupación ilegal y ésa es la razón de que haya tanta resistencia. No se trata de algo religioso. Se trata de la ofensa que es una ocupación ilegal. Si te atropella un coche y te rompe un brazo, tú no protestas por el color del coche ni de la marca que tenga. Protestas porque te ha roto el brazo. Eso es lo que sucede en Palestina. No es una cuestión de una religión u otra. Es cuestión de que ha habido una agresión, una humillación, una ocupación ilegal.