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Lo real fantástico

Compañía: Niñosperdidos. Idea original: Isa Ramírez, Violeta Hernández, David Linde. Texto: I. Ramírez, V. Hernández, D. Linde y A. Campos. Intérpretes: Mari Paz Sayago, Isa Ramírez, Santiago Martínez, Manuel Rodríguez y Javi Mora. J. Ramón Muñoz Leza (voz en off ). Composición musical: S. Martínez, I. Ramírez, J. Mora, Alejandro Rojas-Marcos y Paco Campano. Dirección: Antonio Campos. Lugar: Teatro Alhambra. Fecha: sábado, 9 de enero de 2010.

Siguiendo la saga de las literaturas de Serie B, la compañía sevillana Niñosperdidos sale, en este su tercer montaje musical, a la busca de lo real -el deseo de transformar el mundo y nuestras vidas- desde el desdoblamiento fantástico de la identidad, ideando una deliciosa trama de superhéroes, que despliega los poderes supersónicos de la ironía. Una pieza absolutamente moderna como diría Marshall Berman, que sigue la idea aquella de Kierkegaard según la cual, la seriedad moderna más profunda debe expresarse a través de la ironía.

Una patrulla no, una célula de superhéroes un tanto nostálgica de los tiempos pasados en los que efectivamente se llamaban a sí mismos al grito de "patrulla" protagonizan este colectivo salvífico de lucha y, cómo no, de contradicción, miedo, envidias, frustraciones, engaños, traiciones y amores; tan condenadamente humanos.

Reunidos bajo el mando -la voz- de Carisman; Karen Murdor (la mujer veloz, pero sentimental), James Gordon (el hombre que vuela, pero ya no), Enigma (el hombre-mujer capaz de confundir al más convencido, pero sin escrúpulos), Joseph Lewis (el hombre discreto, casi invisible) y Peter Watson (el hombre intuitivo, mentalista familiero y lento) vuelven a reencontrarse, tras veinte años, para ponerse unos y otros al día de sus vidas, y encarar una vez más la misión: evitarnos la destrucción y el desastre.

Cinco intérpretes, actores-músicos-cantantes dan vida en escena a la gestualidad propia del personaje elegante y sepia salido del cómic, entran y salen del musical intercalando textualidad y canción sirviéndose de la palabra cantada, en ocasiones, a lo brechtiano. Para una, que no es especialmente devota del musical, sobran tal vez, ya entrada la obra, un par de canciones, si bien, es éste un musical atípico porque despliega el poder de colarle felizmente el género al espectador más reacio.

Imagino que eso pueda estar en relación con los superpoderes de la ironía que la pieza activa. Si entre esta patrulla se traicionan, frustran, mienten, enamoran; a su vez, igual que nuestras vidas están en manos de inmensos organismos superiores, también ellos, esta célula de superhéroes se verá traicionada por sus mandos superiores. Finalmente, el final abierto deja al espectador acertadamente en mitad de la lucha, suavemente lo dejan a uno y a una en ese deseo -colectivo- de seguir adelante.

Nieva mientras escribo, pienso en la ironía supersónica de Niñosperdidos y en los súper -hombres y mujeres- que salen a la fantástica nieve hoy para ir al teatro.

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