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El retablo de la Magdalena recupera su esplendor original

  • La pieza del siglo XVIII ha tenido que ser desmontada por completo

Es complicado poder defender que algo con más de dos siglos de vida está como nuevo, reluciente. La pátina del tiempo -en realidad suciedad y desperfectos- que hace menos de un año cubría el retablo de la Parroquia de Santa María Magdalena, de nombre completo Retablo de nuestro Padre Jesús del Rescate, ha desaparecido. El recién acabado trabajo de restauración lo ha dejado como recién salido del taller.

José Enrique Parro, licenciado en Bellas Artes y especialista en restauración ha sido el encargado de devolver este retablo a su estado original.

Las obras, de cuatro meses de duración, fueron detenidas por una traba de la Junta

La pieza, según Parro, estaba "bastante mal" aunque lo más preocupante, cuenta, eran las sujeciones a la pared, que estaban "prácticamente sueltas". El retablo que procede de un convento Trinitario fue traído a esta parroquia y debido al traslado se tuvo que "readaptar" y pero no fue bien montado. "Lo más importante era la consolidación del retablo", o sea, la sujeción al muro, ya que había mucho riesgo de caída.

Lo primero que se hizo fue desmontar la pieza datada del siglo XVIII, y sacarle todos los elementos metálicos que contenía -clavos y puntillas-. Una vez la estructura estuvo fijada se acometió la restauración estética del bien patrimonial.

El retablo tenía dos capas de pintura que tuvieron que eliminarse para que recuperase el tono blanco original que ahora luce. Así, el color dorado de las incrustaciones es el original, al que solamente tuvieron que quitarle una capa adherida de purpurina.

Las obras de restauración se comenzaron en el mes de febrero y duraron cuatro meses, aunque tuvieron que paralizarse debido a que la consejería de Cultura de la Junta de Andalucía no tenía conocimiento de su acometimiento. Tras ese parón la semana pasada se terminaron los trabajos y para concluirlos del todo solamente queda la bendición del retablo de Nuestro Padre Jesús del Rescate por parte del párroco de la iglesia. En cuanto a la financiación, se le debe a la parroquia.

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