Arte hoy

La revelación pictórica de La Carretera

  • El artista italiano Marcelo Magnato imprime sobre el lienzo la atmósfera consciente de la novela galardonada con el Pulitzer

En la inmensidad del territorio norteamericano un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo un viaje a través de un paisaje quemado por lo que parece haber sido un reciente holocausto nuclear. Es la historia que narra el escritor Cormac McCarthy en la novela La carretera, galardonada con el premio Pulitzer 2007, que ha servido de fuente inspiración al artista italiano Marcelo Magnato en su última colección pictórica con el mismo título.

Con una gran afición por la lectura Magnato ha volcado su imaginación intuitiva sobre el lienzo para transportar al público a un mundo sucumbido por el misterio y la tensión que viven los personajes protagonistas de la obra. "Las novelas siempre te dejan trazos que se convierten en un estado de ánimo, en sensaciones y emociones que intento transmitir de forma directa evitando la descripción, ya que si no resulta algo inútil y aburrido", confiesa. Se trata de la primera vez que el artista centra su trabajo en un libro que ha ilustrado en una colección de diez pinturas porque le llamó la atención "intentar dar forma a un paisaje que se plantea difuso y cargado de elementos interesantes como la soledad, la fuerza, la valentía y la superación". Para transmitir ésta atmósfera ha llevado a cabo un trabajo de investigación sobre el color con el que interpreta las distintas escenas presentes en la obra. Magnato ha elegido varios fragmentos de la misma: "los eventos particulares más significativos que conllevan una fuerte simbología y representación". En sus lienzos están presentes los bosques y la playa, entre otros escenarios, como el peligro y la esperanza, que retrata con tonos oscuros y una luz que resplandece e ilumina. "El color", explica, "es un elemento de transmisión, una energía que sugiere y crea una atmósfera, y me permite alcanzar el efecto del frío, el sol y la lluvia en el cuadro". Es por ello, que el italiano ha escogido el óleo y el lienzo para trabajar ya que "aporta un ambiente más cálido y renovador" que consigue introduciendo un color dentro de otro.

A partir de esbozos y dibujos sintéticos imposibles de descifrar el artista comienza a trabajar sobre el lienzo persiguiendo su intuición y el efecto sorpresa de sus pinceles y lápices, "si no no salen las cosas, explica, "pinto sobre la marcha, no intento imponer o forzar algo". El tiempo que le dedica a cada una de sus piezas es "el necesario", a veces termina un cuadro en una misma sesión, algo que prefiere y hace que sus creaciones se acerquen al "estilo del fresco". Las pastas que utiliza, "que se secan de un día para otro y logran ese efecto".

Con un estilo realista alejado de la figuración, Magnato pretende mostrar en sus creaciones "algo reconocible" que le permite crear mayor profundidad en la obra. No introduce personajes o figuras, "porque si no tendría que dar explicación de quiénes son y porqué están ahí. No poner figuras me da la posibilidad de transmitir sensaciones y no construir una historia".

Artistas como Richper, que imprime paisajes contemporáneos en sus trabajos, han influenciado en sus dibujos. Aunque el italiano confiesa no ser un buen dibujante, sino un pintor de "brocha gorda". Comenzó por la restauración y no fue hasta hace seis o siete años que arrancaría su carrera como pintor. La geometría caracterizaba sus primeras creaciones con una etapa más oscura y nocturna. Pero siempre le han atraído los paisajes, fruto de sus continuos viajes que han filtrado en el artista recuerdos y estructuras que plasma en los lienzos. La carretera es su trabajo más reciente, que expone hasta el 16 de junio en la Galería Toro, una muestra de óleos en la que el pintor incluye una decena de lienzos de mediano y gran formato.

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