Gema Matarranz. Actriz

"Me siento igual de cómoda en espacios grandes que en formatos más íntimos"

  • La intérprete regresa esta semana a los escenarios estivales granadinos con 'Lorca, la correspondencia personal', una obra alejada de las reinas históricas que le han dado fama

Gema Matarranz es una de las actrices con más presencia en los escenarios granadinos.

Gema Matarranz es una de las actrices con más presencia en los escenarios granadinos. / María de la Cruz

Histrión Teatro es tan clásico en la programación estival granadina como Lorca y el Generalife o el flamenco de los Veranos del Corral. Precisamente, con Lorca y al Corral del Carbón regresan este año con una obra en la que Gema Matarranz se reencontrará con el público a través de una propuesta muy alejada de las soberanas históricas que le han dado fama: Desmontando a Isabel y Juana, la reina que no quiso reinar.

Sólo con esas dos reinas tiene Matarranz más que demostrado su dominio de la escena, pero la actriz, que no teme salir de su zona de confort, afronta ahora una propuesta en la antípodas, una obra inspirada en el epistolario de Lorca en la que interpreta a varios personajes, incluido al poeta de Fuente Vaqueros.

Lorca, la correspondencia personal es el título del montaje, que podrá verse desde hoy hasta el viernes 28 en el Corral del Carbón, un espacio al que llega con el respaldo del premio al mejor espectáculo en el Festival de Teatro del Sur de Palma del Río, Córdoba.

Aunque la fórmula de Histrión y el verano había funcionado muy bien en la Corrala de Santiago, el año pasado se trasladaron al Corral del Carbón y en esta ocasión vuelven a repetir aquí con Lorca, la correspondencia personal porque este montaje tiene un mayor formato. "Además de que sus gastos son superiores a los que podían tener otros espectáculos de Histrión que han pasado por la Corrala, su escenografía es mucho más complicada y además conlleva muchas más dificultades técnicas", adelanta sobre la obra.

Ella, intérprete todoterreno, se adapta bien a todos los formatos. "Hay espectáculos que te permiten una serie de cosas como actriz y luego si los haces más grandes, microfonados, toman dimensiones diferentes. Yo me siento igual de cómoda haciendo mi trabajo en espacios grandes que en formatos íntimos, aunque es cierto que algunas obras pueden ganar con más intimidad".

En esta ocasión ofrecen una propuesta que Matarranz califica como "fresca" y que refleja el mundo del poeta a través de sus cartas personales, las palabras que dedicó a sus seres más cercarnos y en las que el poeta se muestra a veces triste, a veces burlón, emotivo, surrealista, teatral o fascinante. Con todo este material Histrión ha construido un montaje que es un tributo a la vida y la obra de Lorca.

"Juan Carlos Rubio, que se encarga de la dramaturgia y la dirección, estuvo estudiando durante bastante tiempo la mayoría de su correspondencia personal. A partir de ahí, y con los textos de las obras que pueden corresponder al periodo de las cartas, él ha montado un espectáculo en el que cuenta la última hora de la vida de Lorca, cuando se supone que está en Víznar detenido. La obra es lo que nosotros creemos que pasa cuando alguien piensa que es su última hora de vida", explica Matarranz, que en esta ocasión está acompañada en el escenario por Alejandro Vera.

Los dos darán vida a Lorca y a otros muchos personajes de forma intermitente. "Tanto Alejandro como yo hacemos independientemente de Lorca, del padre, de la madre... No se trata de hacer un personaje, es pasar por el personaje, por eso los dos somos Lorca en la cárcel", aclara la actriz sobre su trabajo en escena, que nada tiene que ver con una lectura dramatizada porque "hay una interpretación, pero desde el yo del actor".

Así repasan toda su vida: "Hay momentos de la infancia, cuando conoce a Buñuel, los encuentros con Dalí... Los puntos más importantes de su vida en Cuba, Nueva York, Granada o Madrid", detalla la actriz.

La obra curiosamente no comienza con un texto epistolar sino con un fragmento de la Comedia sin título. "Quien conoce a Lorca puede saber que los diálogos corresponden a una obra u otra, aunque el mayor mérito del montaje es la forma en que se hilvanan sin inventar nada", aclara Matarranz sobre la dramaturgia de esta creación, difícil de intuir para el espectador que no conozca el trabajo previamente.

Poco más quiere desvelar para no eliminar el factor sorpresa de Lorca, la correspondencia personal, que ya pudo verse en el Centro Lorca en enero y ha viajado por Córdoba, Málaga, Sevilla, Almuñécar o Murcia... Aunque su gira fuerte por España empezará según Matarranz a partir de septiembre, en paralelo con Arizona -el estreno de la colaboración de Histrión y Rubio- y Juana, la reina que no quiso reinar.

Y sobre la posibilidad de seguir esta línea de trabajo y terminar el verano que viene de nuevo en Granada, lo deja en suspenso. "Tampoco hacemos espectáculos como churros, hasta ahora todo ha ido cuadrando, mientras todo siga así, seguiremos repitiendo".

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