mónica carRillo. periodista y escritora

"El tiempo es un bálsamo que no borra las heridas pero sí las difumina"

  • Un nuevo libro reúne doscientos microcuentos que muestran emociones en honor a sus lectores

La periodista y escritora Mónica Carrillo.

La periodista y escritora Mónica Carrillo. / GH

El Tiempo. Todo. Locura.es el tercer libro de Mónica Carrillo. Esta recopilación de microcuentos muestra el lado más personal de la periodista de informativos. Utilizando incluso uno de ellos como título.

-¿Qué la llevó a realizar esta recopilación?

- Ha sido una especie de mirada por el retrovisor. Los microcuentos fueron el origen de todo, me animaron a escribir La luz de Candela y posteriormente Olvidé decirte quiero. Empecé lanzando microcuentos en Twitter y tras llevar casi setecientos decidí reunirlos en una edición cuidada.

-¿Qué ha supuesto Twitter en su vida?

-Para mí ha sido el canal de comunicación que he utilizado para lanzarlos con nocturnidad y alvosía. Me ha puesto en contacto con los lectores, ya que directamente podían decirme lo que les parecía. Por ello este libro es una muestra de agradecimiento hacia ellos, que me animaron a seguir escribiendo estos microcuentos. El tiempo. Todo. Locura. reúne 200 microcuentos en honor a quienes me leen.

-En todo momento ha respetado el castellano. ¿Le ha supuesto un problema adaptarse a los 140 caracteres sin acortar palabras?

-No, me encanta ser tan exigente. Cuesta mucho, pero para mí era fundamental respetar el lenguaje. Esto es una exigencia añadida, pero no solo importa el fondo sino también la forma. Con el libro ha pasado igual, me gusta que la edición haya quedado tan cuidada. Forma parte de ello las sensaciones que causa, desde un gramaje diferente como un solo microcuento por página. Es cierto que nunca he hecho una abreviatura porque es una falta de respeto al lenguaje.

-"En cada uno de estos microcuentos hay una historia, la tuya y la mía", leemos en la contraportada. ¿Qué le ha causado saber qué llega a tanta gente?

-Lo que he aprendido en todo este tiempo es que por muy diferentes que seamos al final todos estamos unidos por las emociones y sangramos por la misma herida, nos alegramos y lloramos por las mismas cuestiones. Aunque todos lo mostremos de una manera o de otra, sí que sentimos de una forma parecida.

-El libro se divide en los apartados El tiempo, todo y locura. ¿Por qué esta clasificación?

-Elegí ese microcuento porque resume bastante bien las historias que plasmo: hablan del paso del tiempo, del devenir, de la memoria... y me permitía repartirlo en tres bloques para hacer un hilo conductor, a pesar de que no están contando una historia como en una novela. Era la manera en que a mí me apetecía exponérselo al lector. Están elegidos uno a uno, incluso qué microcuentos abren y cierran cada capítulo. Todo está pensado.

-A partir de todos estos microcuentos, ¿ha llegado a la conclusión de que el tiempo todo lo cura o acaba volviéndonos locos?

-El tiempo es un báslamo que ayuda a curar, a cicatricar. No borra las heridas pero las difumina.

-Si tuviera que quedarse con alguno, ¿cuál sería?

-Me cuesta mucho elegir solo uno. Pero si tuviera que hacerlo, de este libro sería el último: Te quise como si no me fueras a romper el corazón. Creo que representa y refleja la entrega absoluta del amor, a pesar de las consecuencias dolorosas, en cualquiera de sus vertientes.

-¿Ha sido un mayor reto para usted escribir novelas o microcuentos?

-Es distinto, los microcuentos son pequeñas píldoras que suponen un reto continuado en el tiempo. Con la dificultad de decir en pocas palabras y con musicalidad. Las novelas tienen que contar una historia para atrapar al lector. Cada uno tiene su dificultad. Los microcuentos han ido diseccionados a lo largo de estos años, podría decirse que lo que he hecho ha sido una entrega por capítulos.

-¿Hay más amor o desamor?

-Depende de quien lo lea. Los microcuentos hablan de emociones y la interpretación la hace el lector llevándoselo a su terreno. Sorprende las distintas lecturas que se hacen de un microcuento. A veces, la misma persona hace diferentes lecturas en dos momentos vitales, lo cual refleja que depende de nuestro estado de ánimo o situación emocional. Que se pueda ir amoldando a los lectores y sea tan maleable, me parece algo fascinante.

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