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Más títeres para recordar a Lorca

  • Los tradicionales cristobicas de la Huerta de San Vicente se adelantan en esta ocasión y el programa, que sigue siendo gratuito, se fracciona en varios días: el 4, 5, 6 y 7 a las 21:00 horas

La Verbena de Títeres de la Huerta de San Vicente, que tradicionalmente se celebraba en torno al 18 de julio para coincidir con la onomástica de Federico García Lorca, se adelanta este año a la fecha del cumpleaños del poeta, el 5 de junio. Además, la programación se "deconstruye" y en vez de concentrarse en una sola jornada se ampliará durante cuatro días. Así lo explicó ayer Juan José García, conservador de la Casa-Museo, durante la presentación de la programación, que ha tenido lugar en el Ayuntamiento.

El director artístico, José Luis Carmona, señaló que si bien se ha modificado sustancialmente la estructura para atender a la demanda ciudadana, la cita sí mantiene una característica principal de sus 20 ediciones anteriores: la gratuidad de todos sus espectáculos.

Por su parte, la concejala de Cultura, María de Leyva, detalló que en vez del formato tradicional con "la apretada presentación de varias compañías en una sola tarde", se ofrecerá un espectáculo cada noche, a las 21:30 horas, durante los días 4, 5,6 y 7 de junio. "Han sido muchas las personas del público que sugerían una programación más relajada y extendida en el tiempo. A estas razones se ha venido uniendo la cada vez más ingrata climatología de las fechas de julio", comentó De Leyva sobre la programación, que contará con 4 compañías de cuatro disciplinas distintas.

Además de recordar que desde 1998, "el delicioso y duro lenguaje de los muñecos" ha estado presente cada verano en los jardines de la Huerta de San Vicente, la concejala de Cultura destacó la importancia que los títeres tuvieron en la vida artística de Federico García Lorca".

"Desde su primera función en la noche de Reyes de 1923, estos muñecos irreverentes, que huyeron de su encierro por esos campos en busca de las gentes sencillas para mostrarles las cosas, las cosillas y las cositillas del mundo, continuaron siendo una fuente de interés y reflexión para el poeta, convencido de que todo el guiñol popular tiene ese ritmo, esa fantasía y esa encantadora libertad que el poeta supo interpretar y recoger de labios populares", refirió De Leyva, quien hizo hincapié en la amplitud de públicos al que se dirige, no sólo el infantil sino a toda la familia.

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