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Los trovos llegan a la cárcel de Albolote

  • Un 'enfrentamiento' de poemas completa un curso de literatura que realizan los presos

El tradicional trovador de la Alpujarra ha hecho presencia en el centro pentenciario de Albolote. Con motivo de un curso de verano de la UNED sobre literatura, José Martín, uno de los trovadores que conserva una de las manifestaciones de la comarca granadina, visitó ayer la carcel para "enfrentarse" con poemas improvisados a otro trovador alpujarreño, José Rodríguez, siendo este su primer enlace: "Tienes poco juramento, eres un gran elemento, lo mismo que una ruleta que gira según el viento... La vida da mucha vueltas y a veces malos ejemplos y por más que tu lo intentas también puedes verte dentro".

"Desde que nací veía trovar a mi padre y a mi abuelo, y ahora, mis hijos me han visto a mí, así que espero que ellos sigan con la tradición", explicó Martín. El autor se interesa no sólo por el estilo, sino también por el texto, intentando averiguar a qué canta el otro trovero, así que el público nunca sabe por dónde saldrán estos especialistas de la tradición oral.

Según ha explicado Martín, el origen de esta tradición es muy antigua, se remonta a la Edad Media con la aparición de los trovadores y juglares en Provenza (Francia) a partir del siglo XI, y debido a una batalla, tuvieron que abandonar su tierra y dispersarse en el resto de Europa.

Los troveros de las Alpujarras granadinas asombran al público con su capacidad de improvisar letras y recitar versos con ingenio y aires flamencos, manteniendo así viva una tradición oral con las voces de una veintena de hombres que han mostrado su arte a presos, punkis o turistas.

Los troveros alpujarreños viven y sueñan con el verso, crean quintillas y las cantan con coplas, son poetas que velan por las normas establecidas en la poesía española y saben improvisar letras que hablen sobre el fútbol, el amor, la libertad o el paro. Estos artistas del verso y la palabra pueden actuar en dúo, de tal manera que la quintilla de un trovero da pie a la contestación por parte de otro, y así sucesivamente pueden estar horas y horas cantando con mucho humor.

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