Cine

La vida según Audrey Hepburn

  • El Festival Internacional de Cine Clásico Retroback acoge la presentación del libro 'Audrey Hepburn, un espíritu elegante'

¿Cómo era la protagonista de Desayuno con diamantes? "Mire una película de ella esta noche y lo verá". Es el retrato que traza su hijo en el libro Audrey Hepburn, un espíritu elegante, que presentó ayer en el Festival Internacional de Cine Clásico Retroback. ¿Se trata de otra biografía sobre su madre? "No gracias a Dios porque ya hay muchas", responde categórico Sean Hepburn Ferrer. El recorrido por la vida íntima de la mujer que mejor fumó con boquilla nació con unas 35 páginas que su hijo escribió durante la enfermedad de la actriz en 1992. "La medicina no pudo recomponerla pero nos dio tiempo a recorrer su filosofía sobre el cine, la vida y los niños, a los que dedicó los últimos años de su vida", explica.

"Era un documento que quería dejar a mis hijos para que cuando crecieran se encontraran con su abuela y pudieran conocerla de verdad". Pasado el tiempo, Audrey Hepburn es más que un espejo de buen gusto en el que se miran el resto de las actrices. ¿Imitan también su lado solidario? "Sí, de muchas maneras diferentes", responde Sean Hepburn. "Abrió el camino y para esta generación fue el puente con los de los años cincuenta y sesenta, es un ejemplo de qué se podía hacer al final de la carrera". Aquí recuerda una de las frases de su madre: "Soy demasiado joven para ser abuela y demasiado vieja para ser madre". Según Hepburn Ferrer, "otras se hacen la cirugía estética para quitarse 15 años, pero como no era su estilo decidió dar gracias por la oportunidad de haber sido una mujer independiente en los años 50 dedicando su vida a los niños".

Pero la protagonista de Charada "no tenía ni idea" de que podía utilizar su fama para eso. Por eso "daba gracias a Dios de no haber hecho campañas para champús y poder prestar su imagen para causas solidarias". La 'captó' John Grant, director ejecutivo de Unicef, cuando escuchó a la actriz pronunciar un discurso en Macao. "Esta generación tomó Unicef y la transformaron en lo que es hoy, una organización internacional", dice con orgullo heredado. "En los cinco años que trabajó allí mi madre se dobló la ayuda, incluso se dobló el número de empleados, creció más que ninguna otra sociedad en los años ochenta".

Y aunque Hepburn Ferrer afirma que en su familia no son muy dados a las anécdotas, destaca unas páginas del libro donde se recoge uno los discursos de la actriz, una serie de consejos de belleza. Un ejemplo de 'mascarilla espiritual': "Para tener el pelo bonito deja que un niño corra sus dedos a través de él todos los días".

Respecto a qué le ha costado más escribir, el hijo de Audrey Hepburn afirma que ha sido "una lucha interior entre querer ser totalmente honesto, como no podía ser de otra manera con una mujer tan honesta, y respetar a una persona que defendió furiosamente su vida privada". ¿Cómo pudo deshacer este nudo gordiano? "Aprendí que puedes hablar de todo si vas al fondo, traspasando todos los niveles del ego y llegando al ser, y en este terreno puedes hablar de divorcios, enfermedades y penas", confiesa. Y para ser absolutamente fiel a la memoria de Audrey Hepburn, su hijo cede los derechos de autor del libro a su fundación.

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