Análisis

Antonio Higueras

Jefe de servicio del SAS y profesor titular de la UGR

Y en esto llegó Candel...

El caos organizativo sanitario es la punta de un iceberg cargado de despropósitos

No tengo ninguna simpatía por el actual régimen político cubano, pero sí por sus orígenes poniendo freno a las injusticias que le precedieron. En esa dirección, la mítica canción Y en esto llegó Fidel de Carlos Puebla, me evoca en su letra la convulsa situación sanitaria en la que nos han sumido los sesudos dirigentes sanitarios. No llevan nada más que casi cuatro décadas de permanencia de puesto para engendrar semejante dislate hospitalario. La canción en cuestión, con una letra sin desperdicio analógico, repite en su estribillo: "Se acabó la diversión, llegó el Comandante y mandó a parar". Pues eso, que un enorme contingente de población, de una ciudad pasiva donde las había, que perdía batallas de puerto; metro; AVE, liderazgo cultural, industrial; agrícola y unos pocos más, ha tenido la fortuna de plantarse y seguir al Dr. Candel, que ha mandado a parar!

El caos organizativo sanitario es la punta de un iceberg cargado de despropósitos; nepotismos y progresivas maldades cometidas en nuestro Sistema Sanitario Público andaluz. No en vano le han acuñado el merecido eslogan de Joya de la corona, calificativo que comparto, si éste sistema que bien conozco y que no es la primera vez que denuncio, es una de las joyas del despilfarro; de la supresión de todo tipo de carrera profesional, que no sea la partidista o fiel comparsa; de gastos de obras y remodelaciones, que vaya usted a saber las ramificaciones de tanto presupuesto desagregado para eludir visibilidad; de tanta subasta de medicamentos de dudosa calidad; de objetivos falsificados; de nombres de nuevo cuño como directores de Unidad de Gestión para poner vasallos de sombrero digital sobre todas las cabezas de categorías profesionales previas; de precariedades laborales para mayor vulnerabilidad del personal; de represalias a las disidencias y de premios a los genuflexos; de urgencias tercermundistas; de manipulaciones en lista de espera; de condena por acoso laboral pagada con fondos públicos e impunidad de los autores; de direcciones médicas aferradas al sillón que no debieron merecer; de dilataciones de años en convocatorias de oposiciones; de ser los más bajos en presupuestos sanitarios en comunidades autónomas; de explotar sectores de enfermería con ausencia de coberturas; de obtener mano de obra barata con estresados residentes... y de haber acabado con buena parte de la motivación de unos de los sectores profesionales que acceden con el mayor grado de la misma, como puedo ver en mis aulas.

Por eso, y no por los motivos de Fidel, ha llegado el Dr. Candel, persona y personaje que muestra una valentía y honradez desconocida hasta ahora en la vida de un sexagenario, y con un lenguaje llano, desprovisto de las muletillas de 'escuelandaluzadesaludpública', ha motivado al pueblo junto al juicio casi entumecido de los profesionales, y ha mandado parar! La historia le honrará con su memoria. Hasta siempre Spiriman.

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