las dos orillas

José Joaquín León

Alemania como enemigo

EL multimillonario norteamericano George Soros ha realizado unas polémicas declaraciones al Financial Times, en las que sugiere la salida del euro… ¡de Alemania! La idea es justo la contraria de la que se maneja: no echar a Grecia, Portugal y España, que son los países tiesos, sino a Alemania, que está en otra dinámica y pretende ajustar el déficit público mientras hace todo lo posible para empobrecernos. En realidad, lo que más defiende Soros no es la salida de Alemania, que sería una última consecuencia, sino que los alemanes sean permisivos para evitar el caos en la zona euro; y entiendan que sin unas medidas que favorezcan el crecimiento económico (y el empleo, en el caso de España), más de media Europa estará condenada a la ruina.

Lo que dice Soros lo piensan muchos, aunque se aleje de la ortodoxia económica. Poco a poco, de Francia para abajo, va prendiendo en Europa la idea de que Alemania es el enemigo. Y EEUU, si gana Obama, no se alejará de esa idea. Tampoco es como para unirse en una tercera guerra mundial contra Alemania, que está sin Hitler, sino que se les ve obsesionados para que todos los europeos seamos como ellos, dándose la circunstancia de que no es el caso. Alemania es diferente, muy alemana. Fue capaz de hacer una reunificación en la que insertó a la Alemania tiesa del Este, que estaba desfasada y era pobre, en la Alemania próspera del Oeste, que era un país rico. Y han creído que se puede tratar a los griegos, los portugueses, los italianos y los españoles como si fueran alemanes del Este, sin entender que cada cual es como es (y que los sureños son grecolatinos).

Un multimillonario como Soros sería un chollo para que Rubalcaba lo fustigue a impuestos, si otra vez gobernara, caso altamente improbable, pues no lo dejarían gobernar ni los suyos. Rubalcaba sigue diciendo que la solución es poner más impuestos a los ricos y que esto lo ha montado Rajoy, olvidando los ocho años del otro y cuando él era vicepresidente. Pero, aparte de anécdotas hispánicas, parece evidente que ya vivimos en las dos Europas: la rica y la pobre, la del norte y la del sur. Soros estima que ese abismo no se zanjará si la señora Merkel sigue tratando a todos como alemanes, y que es conveniente favorecer el crecimiento de los países en crisis, además de apostar por los eurobonos. O cortar a las bravas: que se salgan del euro los alemanes y dejen a los tiesos a su aire.

Nuestras generaciones nunca han conocido a España como un país rico. Sólo hubo un espejismo, cuando la entrada en la Unión Europea y el euro, cuando el boom inmobiliario y los campos de golf. Ahora se piensa que la culpa del espejismo es de Alemania, por jugar a ser rica juntándose con tantos pobres.

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