A bote pronto

Juan Alfredo Bellón

Alimentos

EN primavera, ingresamos en el imperio de los sentidos: el cuerpo exige lo que se le adeuda y la ciencia aporta novedades alargando la edad de los homínidos o rompiendo tópicos sobre el comportamiento animal.

Así, a las pavas reales no les atraen las colas abiertas de sus machos tanto como se creía, cuando muestran sus atributos desplegando el abanico multicolor cuyo tirón parecía depender del número de ojos. Ahora se cree que hay también otros factores menos plásticos para que los pavos se coman los mocos, y los efluvios de las feromonas son los culpables de esa atracción paval. Tampoco el dato es nuevo, porque ya en Morena Clara, hace sesenta años, Lola Flores y Miguel Ligero soñaban con hincarle el diente a una pareja y se repartían los avíos con que dejarla lista para el consumo: Échale guindas al pavo, / que yo le echaré a la pava / azúcar, canela y clavo. El caso es comerse mutuamente en cualquier sentido, sea a bocados alimenticios o a mordiscos sensuales.

Y es que las ciencias de la conducta investigan sobre lo órganos responsables de la obtención del placer, como ese sexólogo italiano que ha establecido la cartografía exacta del punto G. Otras indagaciones sobre el comportamiento humano amoroso acaban de afirmar que la duración óptima del orgasmo femenino, contra lo supuesto hasta la fecha, oscila entre tres y trece minutos, esfuerzo perfectamente exigible del fuelle de cualquier varón, aunque un poquitín más largo de lo establecido para subir al séptimo cielo en El Bolero de Ravel, según el marido de Bo Derek en el film antedicho.

Tanta mudanza en los protocolos tradicionales del placer ha terminado por trasladarse a la gastronomía en la 2ª edición del evento BCN Vanguardia donde Ferrán Adriá ha recomendado el semen de caballa, de sabor delicado y textura cremosa, la médula de atún y el ajo negro; Martín Berasategui, una fruta subtropical australiana llamada caviar cítrico, que liga muy bien con ostras, moluscos, sushis y sashimis; Quique Dacosta y Joan Roca, la hoja de ostra, variedad vegetal canadiense de sabor fresco y salado, y Andoni Luis Adúriz, una trufa africana descubierta por Petràs que, aunque está en el umbral de la insipidez, sabe a tubérculo y huele a queso.

También estás cada vez más de moda las cucharadas de lascivia, propuestas de aromas y sabores con mariscos, frutas, verduras y especias afrodisíacas que excitan a una variada y vigorosa actividad sexual, como el postre de temporada de Félix Lanz a base de espuma de chocolate, guindilla y fresas.

Unos tanto (Ayala y Humberto Eco, aquí) y el Granada CF, tres meses sin cobrar.

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