palabra en el tiempo

Alejandro V. García

Almohada de virutas

LO peor de las acusaciones de José Antonio Robles, hasta ahora portavoz del PP en la Diputación, no es la hipótesis disparatada sobre la "destrucción de documentos oficiales y facturas" por parte del equipo de Antonio Martínez Caler antes del traspaso de poderes en la institución provincial sino que el embuste es un embuste de segunda o tercera mano, una mentira ya empleada por su partido contra el Gobierno saliente de Castilla-La Mancha y que ahora tratan de adaptar en cada provincia por ese efecto de mímesis tan caro a la derecha. Ya que había que inventar conspiraciones el PP de Granada ha debido cuidar que al menos fueran originales, porque eso de emplear el mismo explosivo utilizado (y desmentido) en otras trincheras suena a falta de imaginación. Ya que se miente al menos que las trolas sean frescas. Robles, por una cuestión de honra personal, ha debido al menos de dotar a su acusación de cierto aire granadino, no sé, decir que con las virutas de los documentos los socialistas pretendían reconstruir el Patio de los Leones para una exposición de papel maché o para rellenar la almohada de un alto cargo con apego al mando. De lo contrario la mentira, que ya lo era en origen, al repetirse conforme a un patrón idéntico, resulta tristísima.

Las fotografías difundidas ayer por Robles para sostener sus acusaciones, en las que aparece un camión de recogida de papel, igual que el que viene, por ejemplo, a nuestro periódico a descargar las papeleras, no prueban nada. ¿Por qué no van a tirar papeles en la Diputación? ¿Ha medido Robles cuántas bolsas de papel saldrían de su despacho si decidiera hacer mudanza?

La explicación de este proceder es fácil: al PP le ha molestado sobremanera que el recurso de los socialistas contra la adjudicación por sorteo de la corporación municipal de Lújar vaya a retrasar la puesta de largo de Sebastián Pérez. Después de tantos años esperando la primera nota del baile de los debutantes cualquier retraso sabe a cuerno quemado. Bien es verdad que el argumento del recurso interpuesto por el PSOE contra la adjudicación de los puestos de concejales en Lújar parece uno de esos juegos de palabras que usan los Hermanos Marx para enredar a la parte contratante de la primera parte o una de esas reglas endemoniadas que utilizan los niños para echar suertes. Pero no debe ser tan caprichoso cuando la Junta Electoral lo ha admitido a trámite y ha citado en la sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía a los representantes de ambos partidos.

Pero en fin los tribunales o la Junta Electoral dirá. Lo que sí parece probable es que Sebastián y sus invitados tendrán que retrasar el alquiler del frac al menos quince días. Y eso jode.

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