Pensándolo mejor

Miguel Hagerty

Arabescos

LA contemplación de un arabesco, como cualquier otra obra de arte, implica dos variantes para el disfrute del observador: verlo de lejos o de cerca. Como todo visitante a la Alhambra sabe, la sensación visual que provoca el Cuarto Dorado, por poner un ejemplo al azar, no es la misma cuando te sitúas en medio del patio que cuando te acercas hacia la fachada de Comares. Prácticamente todo el mundo se siente atraído hacia esa fachada para recrearse en los diseños arabescos en un vano intento de entender cómo funcionan. Uno de los visitantes alhambreños más deslumbrados por el 'efecto arabesco' fue el gran artista holandés Escher, que cambió completamente su estilo gracias a los arabescos nazaríes.

Este efecto arabesco se puede encontrar en muchas cosas de la actividad humana y consiste en apreciar una obra no sólo en su versión final, viéndola de lejos, sino observándola de cerca, evaluando los detalles del trabajo que a lo mejor duró años. La versión final de una actividad especialmente tediosa, hasta ingrata, se podrá leer en la prensa con un titular pequeño que rezará: "El curso que viene se impartirá la lengua árabe en cuatro Institutos de Andalucía".

Detrás de este titular se ocultan casi treinta años de "trabajos, de reuniones, de recibir negativas, de esfuerzos... en los que el arabismo español en general, y el andaluz en particular, ha venido trabajando sin descanso, y a veces sin esperanza", en palabras de la profesora Maribel Lázaro, responsable del Grupo de Investigación DILACAI, artífice del acuerdo con la Consejería de Educación.

Mucho antes de impulsos necesarios como la Alianza de Civilizaciones, algunos grupos de profesionales de la educación, como los de DILACAI, han estado trabajando prácticamente a destajo, y en silencio, preparando el terreno popular para que el Hay Festival pudiera funcionar como funcionó o para que la celebración del Milenario de la dinastía zirí tenga una amplia aceptación.

Implantar una oferta de lengua árabe en secundaria ha sido una auténtica asignatura pendiente no sólo en Andalucía, donde es lógica, sino en toda España. De haber existido, habríamos estado mejor preparados para gestionar humanamente la inmigración.

El curso que viene se crean cuatro puestos de trabajo más en educación secundaria; dos profesores en Granada y dos en Almería impartirán la asignatura Lengua árabe y su cultura en Primero de ESO como optativa de la segunda lengua extranjera. No dudo de que sus alumnos pronto se conviertan en la envidia de sus compañeros. ¡Habrá una auténtica revolución entre los grafiteros adolescentes de Andalucía!

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