Las comarcas de Baza y Huéscar siempre aparecen en cabeza del ranking negativo. No hay regadíos a la vista (sí una sobreexplotación del acuífero subterráneo); línea eléctrica que aumente la tensión, ni tren que agrade a ningún gobierno, con el que poder sembrar la esperanza de posibles inversores.

Mientras otros piden condonar sus deudas de excesos previos, o más cuponazos feudales que antes, el PIB de Baza-Huéscar se declara insignificante para lograr ser un lobby. Tanto es así que cuando hablan del corredor ferroviario del Mediterráneo, no les dejan tener ilusión, una mínima posibilidad siquiera, de dibujar su recorrido por Lorca y Baza hasta Granada. Les han encuadrado en la pobreza y ahí quieren que sigan haciendo méritos. El diseño del corredor llega hasta Murcia. Y si algún día ha de seguir, lo hará por Huércal Overa hasta Algeciras. Baza-Huéscar no existen, ni quien las ayude a revertir su ocaso. Ni pediatras les manda el SAS. La tristeza de los pobres siempre es susceptible de empeorar.

Allí está el Negratín, un pantano regulador para regar las tierras del Bajo Guadalquivir de Córdoba y Sevilla. Previo pago de la pudiente agricultura almeriense, también riega el secanal cultivado del Almanzora. A Baza-Huéscar se le asignó el San Clemente, un pantano ya obsoleto, a pesar de no haberse usado. Una mastodóntica inversión de los ochenta que ahoga su propia inutilidad embebido entre discusiones políticas y ecológicas sin fin. Aún hoy siguen. El pantano también sigue. Como Rules, pero sin agua.

No le endosen la culpa a nadie en concreto. Unos mataron la liebre, y todos la despellejaron después. El PP-GR ha votado a favor en Diputación, y en contra en el Ayuntamiento de Baza, a la misma moción que pedía apoyo para la línea Caparacena-Baza-La Ribina. El nivel está, no en celebrar tener una biblioteca nueva en Baza, sino en discutir que se la bautice con el nombre de un maestro republicano. O el PSOE-A, que en cada votación, de progresistas maneras, promete acabar la autovía del Almanzora. Y los riegos. Y el paro. Así siguen, 25 años después, prometiendo e incumpliendo al mismo nivel de sonrojo. Evitando que surja ninguna inquietud que pueda sacar del olvido a las comarcas. El olvido es ese sempiterno lugar que el poder tiene reservado para Baza-Huéscar.