Hasta del árbol más alto caen sus hojas. Y el naranjo más urbanita no es inmune a la impepinable verdad que señala el proverbio chino con el que arranca esta reflexión. Las naranjas, en esta imagen, parecen tener querencia por acercarse a su tronco. Frutos amargos y pequeños para inaugurar un otoño que hoy, especialmente, tiene sabor a tradición. La que llega con la Virgen de las Angustias.
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