La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Sin Caja, Granada

Nos achicaron Caja Granada hasta lograr para ella ser fusionada primero, absorbida después, y finalmente fulminada

Es destacable comprobar cómo nos están colando el desmantelamiento de la primera entidad bancaria de Granada con la suavidad comparable al internista que explora "digitalmente" el orto del enfermo en inspección rectal recurrente.

A la chita callando los políticos de nuestra provincia firmaron la defunción de Granada en el ámbito bancario, y hoy vemos sometida la Fundación de la Caja al interés del capital mayoritario. Sin más ruido que el escaso eco que permite su interés publicitario, remiten a prejubilarse, o al expediente de regulación ordinario, a los empleados obligados a firmar el finiquito; si no a la oficina del SAE a quienes no han acreditado suficientes derechos laborales como para permitirse el lujo de ser siquiera carne de ERE, o de generosa prejubilación.

El Pacto del Saray fue el espejismo con el que la política intentó cubrir su conciencia patriótica provincial en materia bancaria. Nos pareció bien que partidos y sindicatos se pusieran de acuerdo en algo tan sensible para nuestra economía provincial. Pero con aquel pacto no se comprometieron también a no gestionar Caja Granada de tan irresponsable manera como para dar lugar a que se extinguiera el 50% de los puestos de trabajo, y otras tantas sucursales. La política se metió a banquera y los resultados no pueden ser más nefastos para Granada.

Hoy, que volvemos del entierro y las honras fúnebres de nuestra querida Caja de Ahorros La General de Granada, ni el PSOE da cuentas de su gestión de aquellos tiempos en que la opulencia hubiera permitido pensar en el futuro y no sólo en los intereses electorales del PSOE; ni PP, IU, UGT o CCOO ofrecen explicaciones de lo que hicieron sus bien pagados conmilitones políticos con el control de las decisiones bancarias. Nos achicaron Caja Granada hasta lograr para ella ser fusionada primero, absorbida después, y finalmente fulminada.

Y ahí los tenemos, todos calladitos, tras dejar a los pensionistas del medio rural sin el banco donde pasar la cartilla. Prefirieron gastar beneficios en el cubo de cemento que hiciera ostentosa la ocupación bancaria del aire. Acercar al cielo la visión de su "poder", y dejar al autónomo del pueblo sin lugar donde tramitar sus préstamos. Y a Granada sin Caja, ni empaque bancario propio. Hoy encabezan la pancarta de la queja. Total.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios