Ahora que C's y PP acercan posturas de cara a una posible moción de censura en el Ayuntamiento de Granada y que consideran que su alcalde "se ha carmenizado", me parece imprescindible establecer el perfecto manual para carmenizarse, de cara a que la ciudadanía entienda esta new age de la política, de la que Manuela Carmena es el referente supremo, y que hasta ha dado lugar a un nuevo vocablo que debería incluirse en el Diccionario de la RAE.

La lección primera para convertirse en un insuperable 'carmena' es negar tu ideología, porque no perteneces a ningún partido, sólo perteneces a la progresía más rancia, aquella que pretende llegar a un mundo feliz multiculturalizando la cabalgata de Reyes Magos, o cambiando los nombres de las calles de tu ciudad.

La segunda lección pasa por ser lo más populista que se pueda. Hay que subirse en el metro o en el bus urbano unas cuantas paradas para que la gente te vea y la prensa te saque unas cuantas fotos, pero, en cuanto deje de ser noticia, empiezas a usar el coche oficial, como cualquier alcalde de la casta.

La tercera lección es muy importante, porque de ella depende la futura gestión carmenita del municipio, y es la elección de tus concejales. Deben ser humoristas que ironicen sobre las víctimas de ETA o sobre el holocausto nazi, o que enseñen sus partes en cualquier iglesia católica al grito de una proclama pacifista como ¡arderéis como en el 36! Porque quien cree en el Dios del catolicismo debe de arder en la hoguera. Quizás sea este el comienzo de una nueva Inquisición. También deben de estar preparados para contratar a titiriteros que aboguen por un remix entre Al Qaeda y ETA, es la última moda en terrorismo internacional.

La cuarta lección va dedicada a algo tan importante para los vecinos como la limpieza de tu ciudad. Nada más barato que el que las madres limpien los colegios de sus hijos o los universitarios sus facultades. En fin, todos los ciudadanos deberán tener una escoba de reserva preparada por si su carmenizado alcalde les llama a filas para limpiar calles y plazas, eso sí, deberán seguir pagando todos los impuestos locales de limpieza, porque hay que sufragar el precio del cambio y del progreso carmenita.

La lección quinta pasa por desmarcarse en público del chavismo y del comunismo más retrógrado, pero todo el que se oponga a tus carmenadas es simplemente un fascista capitalista y reaccionario que desconoce los auténticos valores de la progresía carmenita del siglo XXI.

La sexta lección pasa por estar por encima de las tradiciones y de la Historia de España, porque hay que inventarse el pasado al gusto carmenita. Las Navidades cristianas hay que reinventarlas al más puro estilo étnico o al que te guste como buen alcalde carmenizado: rapero, rockero, o de american chopper, y si te equivocas, no pasa nada, al año siguiente vuelves a lo tradicional por la cara. También hay que eliminar los nombres de las calles que te molesten porque son los de los asesinos del bando contrario, los del tuyo, por supuesto, los dejas. También quitas a Calvo Sotelo y cuando te digan que a este lo mataron antes de la guerra, tú dices que da igual, que el Estado español ampara el fascismo.

La séptima lección pasa por elegir a tus cargos a dedazo porque las oposiciones están sobrevaloradas. Y la octava por echarle la culpa de tus torpezas carmenitas a campañas de la prensa. Y nunca olvides que debes de entronizarte en la carmenización para alcanzar el éxito, porque el pueblo manda y únicamente tú eres el pueblo. Y el disidente ideológico no es nadie…

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