SI hay un negocio -en realidad muchos pero unificados- que no teme en apariencia a la crisis son los centros comerciales. Ni a la crisis en sí ni a una recesión que ha venido para quedarse. A los muchos centros con que cuenta Granada se ha unido recientemente el Serrallo Plaza, y esperan turno el Granada Plaza del Cerrillo de Maracena, otro nuevo en el entorno de Kinépolis más el Nevada en Armilla. El Granada Plaza es, en apariencia, el que menos posibilidades tiene de prosperar a la vista de mala recepción que ha tenido el proyecto en el Ayuntamientos de Granada, incluida en la oposición socialista. Pero los otros dos siguen. Muchos son los granadinos que, víctimas de las penurias económicas, se preguntan confundidos cuál es el límite de centros comerciales para una provincia media como la nuestra. Pero no hay respuesta. Los centros siguen adelante, unos con más éxitos que otros, a la vez que se amontonan nuevos proyectos para pavor del pequeño comercio.