Pedro Sánchez ha retado a Albert Rivera con una certera patada en el trasero de Rajoy. Ay, ha exclamado el presidente, que ha tenido que tomar una de las decisiones más dolorosas de su mandato: suspender el viaje a Kiev para ver jugar al Madrid. Ni Zaplana ni el fallo de la Gürtel ni los 33 años de Luis Bárcenas. Nada iba a hacer que Rajoy saliese de su zona de confort, pero ahora más de la mitad del país le pide, como poco, que convoque elecciones generales anticipadas. Muchos creen que tampoco debe seguir al frente del PP si es cierto que este partido desea afrontar una seria regeneración. Aparentemente, Sánchez habría conseguido el jaque mate a Rajoy, porque si no triunfa su moción de censura, Ciudadanos le obligará a convocar elecciones, pero no den por acabado al presidente. Albert Rivera sentenció que Rajoy había pasado a la historia después de negarle al Rey la candidatura a la Presidencia. En Andalucía, el caso de los ERE, que nunca implicó al PSOE como tal ni a su financiación, a pesar de que estaba en el imaginario de la instructora, se saldó con la dimisión de José Antonio Griñán y la salida del PSOE de dos ex presidentes federales. Gürtel es igual, o peor, y requiere el mismo sacrificio. También aquello lo consiguió Ciudadanos. Como Cifuentes, caída entre la pinza de Albert Rivera y la moción de Gabilondo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios