Las sentencias están ahí y se ajustan a derecho, pero para el ciudadano de a pie se hace complicado comprender cómo un asunto con el calado del caso Alhambra, que ha tenido un proceso judicial que ha durado 13 años y que ha levantado gran revuelo a todos los niveles, finalmente se resuelve con condenas simbólicas. Más cuando la sentencia constata que hubo una trama fraudulenta en las entradas al monumento. Bendita dilación para los encausados.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios