público y privado

María Escudero

"Cosa de hombres"

CUANDO Sebastián Pérez dice: "Me hubiera costado más ganarle las elecciones a Francisco Alvarez de la Chica", pueden deducirse al menos dos cosas igual de llamativas, por un lado confunde el Partido Popular con su propia persona, apropiándose de un triunfo, que en cualquier caso es colectivo, y por otro, que tras el supuesto elogio al anterior secretario general del PSOE se esconde un menosprecio a Teresa Jiménez como oponente política, aún sin nombrarla. Al leer esto no pude dejar de pensar que para el presidente del PP la política es "cosa de hombres" como aquel brandy "Soberano" que se anunciaba en mi niñez. Es lo que tiene el machismo que de tan asentado que lo tenemos en nuestros pensamientos y actitudes pues pasa lo que pasa que sin darte cuenta aparece unas veces como paternalismo, otras en forma de ninguneo a las mujeres y hasta como misoginia manifiesta.

Me pregunto si ha tratado de decir "galantemente" que haber ganado al PSOE, siendo su máxima responsable una mujer, tiene menos mérito, en un ejercicio de paternalismo significativo, o invocando al anterior secretario general la intenta ningunear ignorándola. Lo que es seguro es que evidencia algo estructural en el patriarcado que la política es al fin al cabo un "pacto entre caballeros", porque sin hacer grandes análisis lo que parece es que a él le hubiera gustado medirse con un hombre. Por otra parte no deja de ser ridículo al mostrar una cierta frustración como si su victoria hubiera sido menor por tenérselas que ver con una mujer, ya que según dice le ha costado menos trabajo.

Deslices verbales como éste del Sr Pérez, y también la elección como titular por parte de quien le hizo la entrevista, no hacen más que mostrar las resistencias que todavía existen para asumir con normalidad la presencia de las mujeres en la política, así como en otros ámbitos de poder.

La lucha de más de trescientos años de las mujeres ha supuesto grandes logros como los cambios normativos y avances en los espacios de la vida pública en todo el mundo. Sin las luchas feministas las mujeres no habríamos alcanzado los niveles de representación que ahora tenemos. La desigualdad entre mujeres y hombres supone la anomalía democrática. Corregirla no es sólo un requerimiento ético, es sobre todo una cuestión de eficiencia económica y social.

Los organismos internacionales y los gobiernos han ido adoptando mecanismos y poniendo en marcha instrumentos para cambiar los usos y costumbres que impedían a las mujeres el ejercicio de su plena ciudadanía. Ya sabemos que el PP nunca ha creído ni en las acciones positivas ni en las leyes de igualdad, por eso las ha recurrido al Tribunal Constitucional, pero la ciudadanía sabe que sin esas leyes a las que siempre se oponen no estarían dónde están Cospedal, Sáenz de Santamaría o Rudi, me pregunto si en ellas también ve Pérez "relajación, imprevisión e inexperiencia"… como son mujeres.

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