Sin solución. Granada tiene un modelo: Francisco Cuenca y olé. Y un patrón, o una patrona, Santa Marta, la de la Hostelería. Los representantes ciudadanos, que antes se disfrazaban de albañiles para fotografiarse poniendo la primera piedra de cualquier edificio, han cambiado el casco y la pala por el pasaporte y la cuchara de plata. Pese a que el turismo se ha convertido en una solución y en un problema, pese a que han hurtado las calles y plazas vecinales para entregarlas a los visitantes, pese a que la población huye de los barrios históricos y ya no hay cama para tanta gente, el alcalde se va a trinchar un chuletón y a promocionar la ciudad en las Indias Occidentales (Argentina) y su segunda, Ana Muñoz, huye en dirección contraria, hacia las Indias Orientales (Corea) para presentar la candidatura de la capital en el Congreso de Ciudades Patrimonio. Y antes fue Londres. Y en enero será Fitur. Y quedan veinte o treinta destinos a los que acudirán alegres y confiadas las innumerables tropas municipales junto con las de Cetursa, la Diputación y la Junta.

Sin solución. Organizan la carrera de los polvos de colores y dan cobertura al paseo de la Virgen de las Angustias, ¡a las seis de la madrugada y con enorme aparato pirotécnico!, cuya limpieza y despliegues policiales se pagarán con fondos públicos.

Sin solución. Las instituciones ponen alfombra roja a la implantación de las grandes superficies comerciales y después diseñan y costean actos en defensa del pequeño comercio arruinado.

Sin solución. La clase política hunde las cajas de ahorros, paga sus deudas con dinero de todos, las privatiza y, ahora, cuando los habitantes de 60 municipios provinciales quedan sin oficina financiera, viene el Defensor del Pueblo Andaluz a enmendar lo irremediable.

Sin solución. Ciudadanos plantea suprimir las diputaciones por innecesarias y tremendamente costosas. Aparecen artículos denunciando que están plagadas de militantes y antiguos altos cargos de los grandes partidos y denostando su dedicación a la difusión de la feria de la haba… pero el debate desaparece de repente de la agenda pública. ¿Alguien le explicó a Rivera que no se juega con el pan de la gente?

Sin solución. 88.000 familias granadinas no disponen de ningún ingreso laboral, la población sufre un sangrante sistema impositivo que no se traduce en buenos servicios, los parlamentarios cobran dietas incluso en vacaciones y una legión de desnortados multiplica las sandeces y gastos de las administraciones. ¡Es lo que hay! Y Cataluña, claro.