A la sombra de los olmos

José Martínez Olmos

pepemolmos@gmail.com

Diálogo de besugos

Las medias verdades pueden hacer creer a la ciudadanía que nuestra seguridad no está en las manos más competentes

Después de los atentados de Barcelona y Cambrils asistimos a un debate público sobre diferentes aspectos de la lucha antiterrorista que generan una enorme preocupación porque están retratando falta de coordinación política, algunos posibles errores y falta de respeto a las víctimas y sus familias, que es lo mismo que decir falta de respeto al conjunto de la sociedad.

Para cualquier demócrata no es ni debe ser motivo de preocupación que en una manifestación haya banderas, consignas o reivindicaciones de cualquier tipo. Desde ese punto de vista, la manifestación celebrada en Barcelona el sábado pasado que contó con la presencia del rey Felipe VI, se puede interpretar como una expresión democrática de nuestra diversidad social.

Lo que sucede es que era una manifestación contra el terrorismo y debía haber sido exclusivamente una manifestación de apoyo, solidaridad y cariño a las víctimas y sus familias. Las banderas y los eslóganes políticos me hicieron sentir que para algunos, era más importante su posición política que las víctimas. Y lo era para algunos y para las organizaciones políticas que apoyaban la exhibición de banderas y los eslóganes políticos.

¿Fue una expresión democrática de la pluralidad social catalana?, sin duda creo que si. Pero creo que fue lamentable y podría haber sido un ejercicio de generosidad haber dejado esas expresiones para otro día y otro momento.

Es más que probable que el proceso hacia el referéndum de independencia esté condicionando a los unos y a los otros. Y como parece claro que este asunto puede terminar pronto en unas nuevas elecciones en Cataluña, los unos y los otros no dejan de utilizar cualquier aspecto de la actualidad en la perspectiva de esas elecciones.

Así, el último asunto sobre la supuesta información de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que alertaba de la posibilidad de atentado en las Ramblas, ha generado otra enorme polémica que sólo contribuye a generar dudas sobre la gestión de nuestra seguridad.

Sería un error grave creer que el atentado ha sido responsabilidad de la falta de pericia de las fuerzas de seguridad, sean estas las autonómicas o las estatales. La responsabilidad del atentado de las Ramblas es de los terroristas.

El problema es que el diálogo de besugos entre unos y otros y las medias verdades, pueden hacer creer a la ciudadanía que nuestra seguridad no está en las manos más competentes. Y en este contexto si aparece miedo e incertidumbre en la sociedad, los terroristas nos habrán ganado por culpa de los besugos.

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