Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Divorciarse

Dan que pensar los hijos del régimen socialista cuando defienden Estados federales para todos los territorios

Catetos, provincianos, decimonónicos, cantonalistas, son algunas de las lindezas que desde el pro-sevillanismo pelotillero enquistado entre los abonados al régimen del 28-F se nos denomina, frecuentemente con animus irridente, a los defensores de Granada y su región como territorio autónomo e independiente de Andalucía.

Pero da que pensar la incoherencia absoluta de los hijos del régimen socialista andaluz cuando defienden Estados federales indeterminados para todos los territorios de España -que surjan los que tengan que surgir-, pero ni mentar a la celebérrima Andalucía, que sólo puede ser una y grande -recuerden: 87.270 km², casi tan grande como Portugal-. Pero libre no, que eso es blasfemia grave, porque estos territorios bautizados como andaluces por obra y gracia de Blas Infante están obligados a permanecer indisolublemente unidos a la fuerza ad aeternum, por religión y como región, como Estado federal o manteniendo el actual régimen mediopensionista de las autonomías. Esto es, café del que sea en pleno siglo XXI para todos, menos para Granada, que tiene que seguir sin poder tomar ni una, ni media taza, y a la que sólo quedan los posos que su señorito no quiere beber.

El divorcio es impensable en la Comunidad Autónoma más próspera y moderna de España, ni tan siquiera por motivos de desigualdad e injusticia territorial… porque no existe, y aunque una parte no quiera seguir en este matrimonio apañado por Alejandro Rojas-Marcos, Miguel Ángel Arredonda, Santiago Carrillo, Fernando Soto, Alfonso Guerra, Luis Yáñez, Félix Manuel Pérez Villares y Miguel Herrero, como firmantes del inconstitucional y antidemocrático Documento sobre el desbloqueo del referéndum del 28-F, de 23 de octubre de 1980 y refrendado por las Cortes mediante la vergonzosa Ley Orgánica 13/1980. Es que los sillones del régimen son perpetuos.

Y es que todo es falso, la región granadina es más próspera que Suiza, tiene una importante red de trenes, el AVE más puntero, los hospitales completos más modernos de España, la sede completísima de un Tribunal Superior de Justicia, ni despiezado, ni desnaturalizado, una región militar propia, con mando y cuartel general en Granada, en fin, que posee infraestructuras y servicios del siglo XXI, y además la gestión íntegra de sus joyas, la Alhambra y Sierra Nevada. Y esto de constituir una autonomía distinta es simplemente un antojo sin basamento objetivo alguno. Porque tras 40 años de felicísimo y próspero matrimonio… ¿quién quiere divorciarse?

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