Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

Emilio Pérez 'Euriño'

HAY que ver qué bien deben de ir las cosas por Galicia, mientras que en el resto de España, entre nevada y nevada, contamos los céntimos de euro que nos quedan para llegar a fin de mes, allí atan los perros con longaniza, por lo menos en la Xunta, porque los gallegos de a pie seguro que está tan asfixiados como el que más. Y es que el Sr. Euriño, perdón, Touriño, muy sensible con la crisis, el paro y los dramas familiares que está creando la desastrosa situación económica, debe creerse el sultán de Brunei o el rey de Arabia Saudí, porque no ha podido escoger peor momento, con las elecciones gallegas detrás de la esquina, para comprarse, evidentemente con cargo a fondos públicos, un Audi A8 blindado de 480.000 euros. Pero es que el coche más famoso de España -incluso más caro que el de Obama- no es el único que tiene el Presidente de la Xunta, que dispone de tres más por si alguno se le estropea en sus viajes de insigne estadista; y, para más inri, los altos cargos de su Gobierno cuentan con 355 coches oficiales más, y dos para el Vicepresidente Quintana y otros dos para cada Conselleiro, que suponen al erario público la friolera de 166.157 euros de gastos al mes entre seguros, mantenimiento y 2.230 euros al día en gasolina.

Pero, no contento con semejante lujo y despilfarro, Don Euriño ha decidido instalar en el sótano del edificio de San Caetano, justamente en la Sala del Consejo, que el ejecutivo sólo utiliza los jueves, una cristalera inteligente que se convierte en opaca con un mando a distancia y que ha costado 170.212 euros, calderilla. Esta pijada está pensada para que, cuando el mago Euriño le dé al botón, la ventanita de marras se oscurezca y en ella puedan proyectarse imágenes en alta definición; una pantalla de plasma bastante grandecita les hubiera costado sólo 2.000 euros y, para la deseada oscuridad, les hubiera bastado con una cortinita de nada, aunque hay que levantarse para abrirla y cerrarla y lo del mando a distancia es de vagos y mola más, sin contar con los 11.400 euros que vale el cerramiento del super cristal.

Aunque aquí no termina el culebrón de excentricidades económicas de Euriño, y es que, a tanta postmodernidad ha añadido a la estancia 19 sillas modelo Oxford, a 2.269 euros cada una, de esas "de diseño" con las que los predicadores del arte timo-abstracto se forran y los paletos de turno se creen los más guays adquiriendo semejantes horteradas. La decoración de San Caetano se completa con puertas de 25.400 euros, con los 406,44 euros m/cuadrado de pavimento sobre tablero hidrófugo de la dichosa estancia y con una puerta de acceso de 5.116 euros, de esas de doble hoja a lo Superagente 86 que producen claustrofobia nada más verlas. Como colofón, un mini jardín interior con plantas y estanque de 46.545 euros. Todo muy mono y muy barato. Don Emilio, si no quiere que lo echen, vaya al Ikea, que no está el horno para bollos.

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