Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

España, más rica

Lo más importante ahora es averiguar cuántos pobres son necesarios para hacer un rico. Y ponerse a fabricarlos

La economía sigue imparable y ha logrado cotas de actividad previas al inicio de la gran recesión. El milagro ha sido posible gracias a los pobres. Nadie podrá decir que este Gobierno no mima a sus pobres: cada vez hay más. España cuenta con los mendigos mejor educados de Europa y dispone también de muchísimos trabajadores miserables, el 13%, lo que le ha permitido aumentar considerablemente su número de ricos. Cuanto mayor número de pobres, mayor número de ricos. Y cuanto peor para las personas, mejor para la economía. Eso es matemático. Esa es la España de dos velocidades. Así que cuando llegue el día venturoso, que llegará, en que disfrutemos de un 20% de desempleados y otro 30% de asalariados que no alcancen a fin de mes el país habrá logrado unas cimas de prosperidad desconocidas a lo largo de su historia. Por eso lo más importante ahora es averiguar cuántos pobres son necesarios para hacer un rico. Y ponerse a fabricarlos.

En su informe España 2017, la Comisión Europea afirma que nuestro país es, junto con Grecia, Rumanía y Bulgaria, aquel en que más han aumentado las diferencias sociales. Si en Europa el 20% de la población que más gana obtiene cinco veces más que la población que menos gana, en España el 20% de los bien pagados multiplica por 6,6 lo obtenido por los menesterosos. Aunque las estadísticas son tímidas, la realidad las mejora, porque igual que podemos conocer con absoluta precisión los ingresos de toda la población que trabaja por cuenta ajena, y con cierta aproximación los de los emprendedores que se explotan a sí mismos, queda claro que no se computa todo el dinero oculto en los paraísos fiscales en el extranjero.

Esta enorme concentración de capital, este desarrollo sin par de la masa monetaria, es imposible sin la colaboración activa de los gobiernos. La corrupción ayuda porque engrosa de inmediato el número de millonarios, pero lo que más potentados crea son las políticas laborales, las privatizaciones masivas de bienes y servicios, un sistema fiscal blando con los fuertes y, cómo no, los recortes de las pensiones y los sueldos públicos para confiscar dinero con el que rescatar y poner en manos particulares las cajas en quiebra. España va bien, pero puede ir mucho mejor. Y ese día habrá millones de compatriotas, orgullosos y rodeados de ricos, pidiendo el boicot al fuet y al cava catalán mientras las tripas vacías entonan el himno nacional.

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