Están a punto de colgar las mochilas y los lápices de cara a los meses que llevan esperando casi todo el curso. El colegio Profesor Tierno Galván acogió ayer por la tarde la fiesta de fin de curso -a la que incluso acudió la delegada de Educación, Ana Gámez- en la que los más pequeños dieron rienda suelta a su imaginación, que para eso son niños. Disfraces y tocados de hadas para ellas, alguno que otro vestido de caballo o de flor, la cosa era pasárselo bien con el calor veraniego para tener buen recuerdo de otro curso más que termina y para que los padres, también, pasasen un buen rato antes de las vacaciones de sus pequeños.
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