Esta boca es tuya

Antonio Cambril

cambrilantonio@gmail.com

Girón y la muñeca

Sería paradójico que un señor que trabaja para la Junta organizara el primer partido 'cantonalista' por Granada

Tras décadas de militante socialista con valores ideológicos de derechas, César Girón ha causado baja en el PSOE y baraja presentarse como candidato a la Alcaldía. Si lo hace, utilizará como lanzadera a Juntos por Granada, creada la pasada primavera para evitar la fuga de salas del TSJA en favor de Sevilla y Málaga. Cuando la noticia y el descontento estallaron en las redes, Girón cofundó la asociación, la cabalgó de inmediato y la puso al servicio de otros propósitos, lo que provocó la retirada de algunos miembros capitales, como el abogado y ex sindicalista próximo a Podemos Salvador Soler. También tanteó sin éxito a líderes del movimiento contrario a la fusión hospitalaria; pero, en cambio, conquistó para su causa a profesionales del Derecho como la profesora universitaria Pilar Bensusan, entusiasta del extrañamiento de Granada de la comunidad autónoma andaluza. Sería cuando menos paradójico que un señor que lleva lustros trabajando como jurista para la Junta organizara el primer partido cantonalista en defensa de Granada, la gran damnificada por el Estado de las autonomías.

La historia de Girón con la ciudad evoca a la de Kafka y la muñeca. Un día, mientras paseaba por el parque Steglitz de Berlín, el escritor judío encontró a una niña llorando desconsolada porque había perdido a su muñeca. Kafka le prometió recuperarla y la citó al día siguiente para devolvérsela. Como no tenía dinero para adquirir otra, le escribió y entregó una carta firmada por la muñeca en la que explicaba que había iniciado un largo viaje. Durante semanas el novelista proporcionó a la pequeña cartas maravillosas de su muñeca enviadas desde lejanas ciudades, hasta que consiguió el dinero necesario y le compró una. "Pero ésta no es mi muñeca", le dijo su amiguita al verla. "Sí lo es -contestó él-, porque cuando las personas se van de viaje cambian mucho". Bien, Granada perdió su muñeca y jamás la recuperará: el largo paseo en el furgón de cola de la autonomía andaluza la ha trastornado y ahora sería imposible lograr el apoyo de Málaga o la sumisión de Almería para recobrar la que fue hasta hace 40 años su posición de liderazgo en el sureste español. Quizá podría convertirse en una pequeña región o en una provincia autonómica, como Cantabria o Murcia, pero nunca en la capital de un antiguo reino. Y queda la duda. ¿Creó Girón Juntos por Granada para ponerla al servicio de la provincia o aprovechó el descontento para disponer de una plataforma al servicio de su ambición?

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