En la actualidad es un hecho asumido ampliamente que para progresar y promover nuevo conocimiento científico, resulta esencial impulsar la actuación interdisciplinar o, si se quiere, promover la hibridación tal como me trasladaba hace unos días el presidente del Consejo Social de la Universidad, Gregorio Jiménez.

Hibridar es un bonito término que, extraído del ámbito de la biología, expresa la acción de cruce entre dos variedades o razas de una misma especie o de especies diferentes; este cruce ofrece un nuevo resultado de características mixtas. Aplicado al ámbito del emprendimiento en la investigación biomédica, el cruce y la interacción puede permitir más y mejores respuestas a los problemas de salud y más y mejores posibilidades de creación de riqueza y empleo.

El Parque Tecnológico de la Salud de Granada (PTS) es un espacio de excelencia docente, asistencial, investigadora y empresarial, especializado sectorialmente en ciencias de la salud, que ha experimentado un importante desarrollo. En la actualidad, alberga un buen número de empresas farmacéuticas, biosanitarias y alimentarias y emplea a unas 2.800 personas, una cifra que supera los más de 5.000 si se incluye el personal del Hospital del Campus. De estos puestos de trabajo, unos 1.500 son empleos netos generados por la existencia del PTS en esta década, según los datos facilitados por la fundación.

Desde mi punto de vista, el potencial que tiene el PTS para el bienestar, el desarrollo y el progreso tanto de Granada como de Andalucía, tiene su fundamento en la calidad de los equipos humanos de nuestros servicios públicos de salud y de nuestra Universidad. Son equipos que están constituidos por profesionales muy cualificados en diferentes disciplinas de conocimiento.

Así, unos desde el campo de la biomedicina y otros, desde otros ámbitos de conocimiento como la ingeniería informatica y matemáticas, la estadística, la bioquímica, la física y otras disciplinas, pueden multiplicar de manera exponencial la posibilidades de generar nuevas respuestas a los problemas de salud de la población. Por eso, seguir apostando por hibridar y hacerlo si cabe con mayor énfasis para dar un impulso a la investigación interdisciplinar en biomedicina, se convierte en una estrategia imprescindible para aprovechar el enorme potencial que disponemos en Granada. Los resultados serán para todos al venir desde el ámbito público.

Desde este punto de vista, la hibridación es ya responsabilidad de todos: de los responsables de las instituciones y de los profesionales de los equipos. Así que, ¡a hibridar!