Se dirá, con razón, que el juez Velasco tiene el mismo derecho que cualquier español a intentar una promoción profesional y coger el tren que le permite escalar posiciones para asentarse en un puesto más relevante y con mejora salarial. Tren que no pasa todos los días, ni siquiera pasa dos veces en la vida. Sin embargo, la decisión del juez Velasco, conocida desde hacía semanas pues había solicitado una plaza en la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional -aspira a la presidencia de esa Sala-, deja mucho que desear desde el punto de la responsabilidad. Tiene en sus manos dos casos de la máxima relevancia, Lezo y Púnica, que incluso pueden tener consecuencias históricas si como resultado de las investigaciones son considerados culpables de corrupción algunos de los personajes más relevantes del Partido Popular.

El juez Eloy Velasco, como ocurrió en su momento con la juez Alaya, optó por solicitar una mejor plaza dejando incompletos los casos que investigaban. Alaya, además, no dudó en criticar las actuaciones de su sucesora. El juez Velasco no ha criticado a nadie porque no se conoce todavía el nombre del sucesor. Pero sorprende que, sabiendo que era seguro que el Consejo General del Poder Judicial aceptaría su solicitud de cambio, y que eso significaba que tenía que incorporarse a su nuevo destino a principios de junio, días atrás citara a declarar en septiembre a medio centenar de personas implicadas en los casos que tenía bajo su jurisdicción. Casos de la máxima relevancia.

Además de ser independientes, a los jueces se les debe exigir que agilicen las investigaciones, aunque es sabido que cuando dependen de comisiones rogatorias en el extranjero no es fácil cumplir los plazos; como se les debe exigir que pidan refuerzos al Consejo General del Poder Judicial si el tiempo se les echa encima, lo que el Consejo suele cumplir si la petición se hace en forma y justificando la urgencia y la necesidad de más medios materiales y personales. Es criterio ya de los jueces anteponer la finalización de sus trabajos a la solicitud de solicitar un nuevo destino, sabiendo que dejar un proceso abierto significa prolongarlo durante mucho tiempo, pues el nuevo juez necesita estudiarlo en profundidad. Y significa también que algunas de sus actuaciones pueden ser revocadas, con todo lo que eso significa de inseguridad respecto a las decisiones judiciales.

Velasco tiene derecho a promocionarse profesionalmente, pero... Hay peros importantes en su petición de traslado. Que tienen que ver con el sentido de la responsabilidad.

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