La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Kichi se retrata

La muerte de una persona, corrupta o incorruptible, no salda todas sus deudas, pero exige respeto y silencio

Ha querido hacer una gracieta y le ha salido un autorretrato. El alcalde de Cádiz, José María González, más conocido en el siglo como Kichi, ha gastado una broma macabra a través de Twitter a cuenta del suicidio de Miguel Blesa y le ha quedado -porque esas cosas quedan- un manifiesto de ruindad en menos de 140 caracteres. Es lo que tienen las redes sociales: una vez metes la pata, la pata queda metida para la posteridad y delante de los ojos de todo el mundo.

El tuitque escribió Kichi era simple: enumeraba una serie de apellidos de personajes del PP trágica o dramáticamente desaparecidos (Blesa, Barberá, Cuberos...) seguidos de dibujitos de calaveras y la frase "¿Soy yo o todo esto huele fatal?". El pirómano logró su objetivo de epatar y provocar y Twitter se convirtió en una hoguera de insultos, descalificaciones y vituperios. Uno de sus más moderados replicantes anotaba: "Plaza fija de profesor, pedir baja de dos años por depresión y liberado sindical al recibir el alta. ¿Soy yo o todo esto huele fatal?". Donde las dan las toman.

El alcalde de Cádiz se ha olvidado de eso, de que es un hombre público, la máxima autoridad de una de las ciudades más señeras de España, y de que cuando habla, escribe y actúa lo hace como representante de todos los gaditanos -los que le votaron y los que no- para comportarse como un hooligan de barra de bar. Como si el indeseable que cada uno lleva dentro de sí él lo llevara por fuera. Ya lo ha sacado a pasear en otras ocasiones. Aún se le recuerda en aquella manifestación de protesta no sé si naval o terrestre en la que se gritaba un nítido pareado de lo más lírico: "La próxima visita/ será con dinamita". Pero, bueno, entonces no era alcalde, sino sindicalista en grado de liberado.

Aún no ha aprendido, y ya va a ser difícil que lo haga, que la enemistad política no puede traspasar las fronteras de la vida humana. Ha de detenerse en ese umbral que ya no tiene marcha atrás. La muerte de una persona, corrupta o incorruptible, no salda todas sus deudas, pero exige silencio y respeto. Como digo, el tuitde Kichi dice menos de Blesa, condenado por corrupción pendiente de recurso y de otros dos juicios, que del propio Kichi, alcalde electo en minoría que probablemente siente horror a la pregunta que todo alcalde se hace a mitad de mandato: ¿he mejorado en algo la vida de mis vecinos?

Esa es una buena pregunta. Tan fácil de responder como la del edil gaditano en Twitter enlodando a los muertos. ¿Soy yo o todo esto huele fatal? Eres tú, Kichi.

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