Crónicas Levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Líderes del sur

Esta legislatura andaluza se irá apagando como se va derritiendo la nieve. ¿Cómo si no hubiese nada?

Un líder es esa persona capaz de escuchar a gentes de interés, sabios y ministros, procesar toda la información, elaborar una síntesis y llevarla a cabo con el apoyo de todos ellos. El ex ministro Carlos Solchaga sostiene que Felipe González es así. El líder también goza de capacidad empática, detecta estados de ánimo, preocupaciones y sentimientos, y se apoya en ellos como palancas que triplican el esfuerzo inicial. Hace unos días, un amigo me dio otra definición del líder: es esa persona a la que le has contado algo, y te lo vuelve a contar al cabo de los meses sin pestañear, sin ni siquiera haber admitido, porque es capaz de olvidarse, de que la idea primigenia no es suya.

El miércoles oí a Susana Díaz referirse a Antonio Maíllo con una cita que él solía utilizar para referirse, precisamente, a la presidenta de la Junta. Voto a Dios que me espanta tanta grandeza. El líder de IU sostenía que a Susana Díaz, cuando estaba en liza junto a Pedro Sánchez, le pasaría como lo que el genial Cervantes afeó a Felipe II: "Miró al soslayo, fuese y no hubo nada".

Maíllo creía que así acabaría el mandato de Díaz, en nada, después de haber levantado tantas expectativas y motivada tantas páginas como la despedida que se le quiso tributar a Felipe II, a quien el genio de Lepanto no debía tener en mucho aprecio, porque lo sufrió, sirvió para él y provocó la bancarrota del imperio heredado de su padre y de la plata americana.

Susana Díaz, sin pestañear, se subió al estrado, y para responder al parlamento crítico de Maíllo, aseguró que su trayectoria política le recordaba ese final de los versos de Cervantes al túmulo del rey: "Fuese y no hubo nada". Y sin inmutarse, lo iba diciendo, a la vez que Maíllo, desde su escaños, pronunciaba en silencio la frase que se esperaba. La presidenta se mete con Maíllo, porque él y Alberto Garzón terminarán encajando a IU en Podemos, de ahí el "no hubo nada".

El líder andaluz de IU conoce todas las caras de la poliédrica presidenta, y vivió como una traición que echase a la federación de izquierdas del Gobierno para argumentar un adelanto electoral que necesitaba como baluarte contra Pedro el Derrotado. Esta vez no le harán falta relatos como aquel, ni a Juan Marín le pasará como a IU, porque cuando Díaz convocó hace tres años creía que no necesitaría a la izquierda porque iba a sacar mayoría absoluta o casi. Ciudadanos le seguirá siendo útil, la legislatura se irá apagando como se derrite la nieve. ¿Cómo si no hubiese nada?

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